El Movimiento Rural Cristiano de Galicia reunió a más de 400 personas en O Irixo, procedentes de distintas parroquias de las cuatro provincias gallegas, para celebrar el día de San Cidre (San Isidro Labrador), patrón de los agricultores.
El encuentro se organiza cada año en distintos lugares y en esta ocasión fue elegida la parroquia de Santa Mariña de Loureiro, en reconocimiento a la trayectoria de la cooperativa que lleva el mismo nombre y que se dedica a la elaboración de productos lácteos, y también al movimiento vecinal que surgió en este municipio y que tuvo su máximo exponente en esta parroquia contra la instalación de la incineradora de residuos que proyectaba la Xunta en los montes del entorno.
La oposición que mantuvo Santa Mariña de Loureiro, además de vecinos de otros pueblos, todavía quedaba en evidencia en la jornada festiva de ayer, con la total ausencia de representantes del Concello de Irixo, que apoyaba la planta de residuos, y el respaldo del Concello de Carballiño, que cedió una carpa para acoger a los comensales. Por el contrario, acudieron a esta convocatoria representantes de la coordinadora vecinal 'Incineradora no Irixo Non', quienes reconocían que el municipio todavía está dividido, a raíz de los enfrentamientos que provocó el proyecto y pese a que ya han transcurrido ocho meses desde que la Administración autonómica anunciara que se descartaba la ubicación en Irixo. 'Aínda estamos intentando unir de novo ó pobo', declaraban los miembros de la coordinadora, refiriéndose a la ausencia de las autoridades locales.
LEMA
El Movimiento Rural Cristiano apuesta por la agricultura y la ganadería tradicional y ecológica, por eso el lema de este encuentro era 'Con honradez e dereitos melloraremos a vida'. 'O Movemento Rural fixouse en Loureiro para celebrar o San Cidre, ao abeiro do movemento cooperativo que lidera o crego Antonio González Bernárdez', señalaba Evencio Domínguez, de Quintela de Leirado, uno de los integrantes de la organización. Acompañado por el párroco de Carballiño, Xosé Benito Sieiro, apuntaban que el encuentro se produce entre grupos de cristianos de distintas parroquias, una iniciativa que se viene desarrollando desde hace cerca de 20 años y que tiene mucho arraigo, especialmente en Castilla. La jornada transcurrió con la presentación de cada una de las parroquias participantes, la celebración de la misa y una comida campestre, que contó con una pulpeira de refuerzo. La fiesta se prolongó durante gran parte de la tarde.
La oposición que mantuvo Santa Mariña de Loureiro, además de vecinos de otros pueblos, todavía quedaba en evidencia en la jornada festiva de ayer, con la total ausencia de representantes del Concello de Irixo, que apoyaba la planta de residuos, y el respaldo del Concello de Carballiño, que cedió una carpa para acoger a los comensales. Por el contrario, acudieron a esta convocatoria representantes de la coordinadora vecinal 'Incineradora no Irixo Non', quienes reconocían que el municipio todavía está dividido, a raíz de los enfrentamientos que provocó el proyecto y pese a que ya han transcurrido ocho meses desde que la Administración autonómica anunciara que se descartaba la ubicación en Irixo. 'Aínda estamos intentando unir de novo ó pobo', declaraban los miembros de la coordinadora, refiriéndose a la ausencia de las autoridades locales.
LEMA
El Movimiento Rural Cristiano apuesta por la agricultura y la ganadería tradicional y ecológica, por eso el lema de este encuentro era 'Con honradez e dereitos melloraremos a vida'. 'O Movemento Rural fixouse en Loureiro para celebrar o San Cidre, ao abeiro do movemento cooperativo que lidera o crego Antonio González Bernárdez', señalaba Evencio Domínguez, de Quintela de Leirado, uno de los integrantes de la organización. Acompañado por el párroco de Carballiño, Xosé Benito Sieiro, apuntaban que el encuentro se produce entre grupos de cristianos de distintas parroquias, una iniciativa que se viene desarrollando desde hace cerca de 20 años y que tiene mucho arraigo, especialmente en Castilla. La jornada transcurrió con la presentación de cada una de las parroquias participantes, la celebración de la misa y una comida campestre, que contó con una pulpeira de refuerzo. La fiesta se prolongó durante gran parte de la tarde.
