Desde 2004 preside Carlos Manuel Rodríguez la Indicación Xeográfrica Protexida Pan de Cea. Por delante tiene otros cuatro años más dado que acaba de ser reelegido. “Llegué cuando se formó el consello, se puede decir que estuve cuando se puso la primera piedra. De lo que se trata ahora es de rematar la vivienda”, detalla.
Porque los objetivos más inmediatos son ahora “aumentar la producción y mantener la promoción, no olvidemos que la IXP Pan de Cea fue la primera en toda la comunidad europea”, precisa Rodríguez.
“Después de estos años al frentee, de lo que estoy más orgulloso es de los elaboradores que realizan el trabajo, de su dedicación. No dejemos de lado que las condiciones de elaboración son las mismas que las que se cumplían en el siglo XIII, únicamente ha cambiado que hemos tenido que adaptarnos a las condiciones higiénico sanitarias que nos exigen ahora”, remarca.
Recalca el presidente que “cuando llegamos en el 2004 se certificaban unas doscientas mil boyas de pan de Cea, hoy día estamos en más de setecientas mil. Vistos los datos no es exagerado decir que el reto es llegar al millón”.
Y es que el Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida Pan de Cea constató en el segundo trimestre de 2022 un ascenso en las ventas de este producto artesanal. Carlos Rodríguez lo apuntó en torno a un dos y medio por ciento en relación al año pasado, fundamentalmente debido al incremento en los mercados de fuera de Galicia.
Pan en rebanadas
A finales de año, el gremio de los panaderos de San Cristovo de Cea apostó por la innovación de sus productos para abrir nuevos mercados, aunque sin perder la esencia artesanal que ha convertido su pan en el primero y único en contar con el amparo específico de Indicación Xeográfica Protexida. A sus productos referencia, la pieza y las empanadas, dos de los trece hornos que funcionan en estos momentos en el municipio incorporaron el pan en rebanadas, con una importante demanda a nivel nacional.
Porque los receptores consideran que es más cómodo en rebanadas para congelar en porciones, para los desayunos sustituyendo al pan industrial, para las tostas y también para las torrijas.
En este sentido, Rodríguez detalla que el éxito del pan de Cea “es que es pan pan. Porque se utilizan materias primas de primera calidad, naturales al cien por cien. Nuestros hornos son típicos de piedra, con altura y diámetro compensados, calentados con maderas nobles. El proceso es lento, con un setenta y cinco por ciento de harinas autóctonas con trigo del país. No entran en él cámaras de fermentación”.
Alrededor de un ochenta por ciento, que en algunos casos llega hasta el noventa por ciento, de la producción está destinada a la exportación. “Es una enorme satisfacción encontrar pan de Cea en el escaparate de cualquier tienda, que este nuestro producto sea la estrella es algo que nos ilusiona de una manera especial. Estamos presentes en las cuatro provincias de la comunidad autónoma pero también en el resto de España, desde la capital, Madrid, hasta Cataluña o Andalucía”, relata el presidente.
También fuera. “Japón, Italia o Latinoamérica son destinos importantes para el pan de Cea, en estos países con los que compartimos lengua no faltan asociaciones gallegas en las que a la hora de hacer una fiesta no encuentres nuestro producto. Todo esto nos lleva a seguir trabajando por un producto con tanta repercusión y con una excelente aceptación”, termina Rodríguez.
