El enoturismo de O Ribeiro se afianza y crece cerca de un 15% al año

Estancia de visitantes en el Pazo de Toubes, situado en Cenlle.
photo_camera Estancia de visitantes en el Pazo de Toubes, situado en Cenlle.
La bodega Viña Costeira constata 50.000 visitantes desde 2017 pese a los años de pandemia

El enoturismo se afianza como un atractivo más de O Ribeiro para atraer visitantes a lo largo de todo el año. Las diversas actividades de ocio, la gastronomía y el vino combinan en una oferta que suscita el interés cada vez mayor, según constatan la Ruta do Viño do Ribeiro, las propias bodegas y otros establecimientos como los balnearios.

A falta del cómputo de este último año, la Ruta do Viño registra un incremento de visitantes anuales entre un 12% y un 14%, pasando de 14.277 en 2019 a 20.112, en el 2021.

Viña Costeira, una de las bodegas más representativas de esta Denominación de Origen, se está volcando en el impulso del enoturismo, vinculando sus marcas de vino con la gastronomía y actividades como navegar en catamarán por el Miño en temporada estival, visitas a la bodega, rutas en bicicleta por los valles del Ribeiro durante todo el año y picnik entre viñedos. Así, desde el año 2017 ha registrado en torno a los 50.000 visitantes. Ahora acaba de comenzar la nueva temporada abriendo las instalaciones de Valdepereira y sobre todo el Pazo de Toubes (desde el 2019), y con su restaurante desde el pasado año, a los visitantes.

“El crecimiento es positivo. Estimamos que en 2022 han pasado por Viña Costeira 10.000 personas”, apuntan los responsables de la bodega. A las visitas guiadas con degustaciones, la oferta gastronómica del restaurante y el turismo activo suma otras iniciativas enoturísticas en diferentes épocas del año. La celebración de San Valentín es la primera de cada temporada, a la que siguen otras de éxito como la Noche de las Perseidas, el festival Costeira Sonota, catas de quesos o las catas de otoño, entre otros eventos.

“Estamos en la categoría de ofrecer una de las mejores experiencias enoturísticas según la revista Verema”, matizan en la bodega.

La media de incremento anual de visitantes está entre un 10% y un 15%, un crecimiento que los responsables de la bodega consideran importante y que se ha notado especialmente a partir de la pandemia, primero en una situación de seminormalidad y ahora con la recuperación plena de su actividad.

Esta nueva temporada mantendrá la misma línea combinando gastronomía, turismo activo, y con las organización de distintos eventos, el más reciente ha sido un foro de cooperativas y Pymes de España, Francia y Portugal en torno a un proyecto europeo sobre el comercio internacional. Para más adelante ya están en estudio algunos proyectos enoturísticos, todavía sin concretar, pero que enfocarán la oferta más centrada en los viñedos, “con el visitante en contacto con los viñedos y la naturaleza, con más salidas a los espacios naturales como el mirador de San Cibrao”, indican.

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