La A-76 cumple 18 años en el papel con el enfado de Valdeorras

El tramo de 20 kilómetros de la N-120 en el que no se puede adelantar, a la altura de Pereiro.
photo_camera El tramo de 20 kilómetros de la N-120 en el que no se puede adelantar, a la altura de Pereiro.
Los escasos avances fomentan la resignación y el hartazgo por la carencia de una infraestructura vital para la provincia

El Boletín Oficial del Estado anunció la licitación del estudio informativo de la A-76 el 5 de julio de 2005. Entonces, la nueva infraestructura se presentaba como una bocanada de aire fresco que articularía el eje formado por las comarcas de Ourense, Lemos, Quiroga, Valdeorras y El Bierzo, que suman más de 320.000 habitantes. La nueva autovía conectaría todas estas zonas reemplazando a la obsoleta carretera N-120, que comenzó a acusar problemas ya antes de la entrada del siglo.

Mañana se cumplirán 18 años desde que el BOE reconociera esta promesa, pero ninguno de los gobiernos que se han alternado en la Moncloa ha sido capaz de materializar un solo kilómetro. Lo más cercano a eso es que el proyecto de construcción del primer tramo de la autovía en el Bierzo salió a información pública el pasado mes de abril. Los proyectos de otros tres tramos se encuentran en fase de redacción: los otros dos que conectarán Ponferrada con O Barco y la circunvalación de Monforte, sin que se sepa nada del resto. Tan solo existen en el estudio informativo, que recibió su luz verde definitiva en 2014 y que estipula, a grandes rasgos, por dónde pasará la autovía.

Existen serios interrogantes sobre la construcción del vial. Los tramos entre Monforte y la ciudad fueron cuestionados en su momento por su afección ambiental. Discurren muy cercanos al actual trazado de la N-120, hasta cruzar el río en las cercanías de Barra de Miño para entroncar con la A-56 entre Ourense y Lugo, otra autovía que también se vislumbra lejana. De hecho, hasta este punto la A-76 es prácticamente un desdoblamiento de la vieja carretera nacional, exceptuando algunos tramos que discurren por separado para garantizar la velocidad mínima de proyecto.

En 2021, el entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, anunció que se priorizarían los tramos entre Ponferrada y O Barco, incluido el primer tramo anteriormente mencionado, entre Villamartín de la Abadía y Requejo. En diversos ámbitos de la sociedad valdeorresa preocupa que la A-76 apenas se construya entre El Bierzo y Valdeorras. El resto del trazado podría acabar convirtiéndose en un apaño de la N-120, una carretera atestada de problemas en el firme y que carece de suficientes espacios de adelantamiento.

"Es una vergüenza"

Los diferentes sectores atestiguan estas carencias, que afectan la economía de la provincia en general y de la tercera comarca más poblada en particular. Marisol Nóvoa, presidenta de la Confederación Empresarial de Ourense, tilda de “vergüenza” que “llevemos tantos años esperando por eso”, sobre todo teniendo en cuenta el estado de la N-120. “Afecta a la competitividad de las empresas, porque aumenta los costes. Deberíamos tenerlas ya hace tiempo”, asevera en referencia también a la autovía a Lugo, la A-56.

Este impacto en las empresas es corroborado por los diversos sectores productivos de la comarca valdeorresa. Araceli Fernández, presidenta de la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), afirma que “es más de lo mismo”. Fernández recuerda que “cada vez se reducen más los trenes y los autobuses” y lamenta el freno a la economía que supone la falta de infraestructuras: “Si queremos facilitar la logística de las empresas y el turismo, está complicado. Llegar aquí es una odisea”.

El principal sector exportador de la provincia es el pizarrero. Severino González, gerente del Clúster de Pizarra, señala que “Valdeorras ten unha economía que soporta, en parte, a economía ourensá. Pero temos unhas infraestruturas que son as peores de todas as comarcas”. En este sentido, tacha de “fundamental” agilizar la tramitación ante unos retrasos “inconcebibles” que bloquean una autovía que permitirá la conexión de Valdeorras con el resto de Galicia. “Hoxe a distancia mídese en tempos, lévanos hora e media chegar a Ourense”, resalta González.

Un largo trayecto que deben padecer los profesionales que utilizan la N-120. Ramiro Losada, presidente de los taxistas de O Barco, llega a dudar de que se construya la A-76: “No sé si andaremos por ella”. Por el contrario, deben circular por una “mala carretera” plagada de baches, a la que se suman “las limitaciones de velocidad, los radares… Es una cruz, una odisea”.

"Nos tienen abandonados"

Y es que, debido a los escasos avances después de casi dos décadas, cunde la resignación. Otro de los sectores afectados es el vitivinícola, también de peso en la comarca. José Ramón Rodríguez Castellanos, presidente de la Denominación de Origen, habla claro: “Es vergonzoso, nos tienen olvidados”. La infracomunicación afecta directamente a las bodegas. “Como la carretera está tan mal, hay determinadas agencias que no hacen la ruta todos los días. Estamos alejados de todo el mundo, de toda Galicia”.

Las esperanzas se reducen con el paso del tiempo: “Estamos totalmente resignados, veinte años después no hay ni un solo kilómetro hecho y ha habido gobiernos de todo tipo”. José Ramón Rodríguez sentencia sobre la falta de voluntad política: “No interesa. Nos tienen abandonados y punto”.

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