Acusado en Ourense de amenazar con fotos íntimas a su ex, menor de edad

El joven, acusado de coacciones y amenazas, ayer en el Penal 1 de Ourense.
photo_camera El joven, acusado de coacciones y amenazas, ayer en el Penal 1 de Ourense.
La fiscal afirma que el joven de Ourense coaccionó a la niña de 13 años después de que ella rompiera la relación

“Ten cuidadito con lo que haces; te recuerdo que tengo el teléfono de tu padre; si te quiero joder, te jodo”. Son algunos de los mensajes telefónicos que el acusado, Alejandro X., que entonces tenía 18 años, le envió, según la fiscal, a su exnovia, de solo 13 años de edad, cuando ella dejó la relación y se negó a retomarla. Los hechos datan de enero de 2021, cuando el denunciado habría coaccionado a la víctima con “pasar fotos y conversaciones, refiriéndose a fotografías íntimas que poseía el acusado”, según la versión de la Fiscalía. Esta considera probado que el denunciado es autor de un delito de coacciones y solicita una pena de nueve meses de prisión, privación del derecho a la tenencia de armas durante dos años y prohibición de comunicarse y acercarse a menos de 200 metros de la perjudicada, su domicilio o lugar de trabajo durante dos años.

La condena solicitada por la acusación particular es mayor, ya que le imputa un delito de coacciones y otro de amenazas: tres años de cárcel, tres años sin derecho a tener armas y cinco años de alejamiento a 500 metros de la denunciante.

El juicio continuó ayer porque faltaba la declaración de un testigo de la defensa, un amigo del encausado que declaró que vivió de cerca la ruptura sentimental y que este no tuvo actitudes agresivas hacia la chica ni le envió mensajes por despecho. También negó que Alejandro X. tuviera fotos de la víctima de contenido sexual y que amenazara con enviarlas al padre de ella. Aunque este testigo manifestó que el denunciado se había alejado de la víctima tras la ruptura, luego reconoció que le había enviado un mensaje a la chica advirtiéndole de que sus nuevos amigos “eran conflictivos porque fumaban porros”.

La fiscal consideró probado que el joven envió mensajes amenazantes al móvil de la víctima. La acusación particular manifestó que la menor se sintió “seriamente intimidada” y que el enjuiciado pretendía “atemorizarla y privarla de sosiego para controlarla y coaccionarla”. La defensa pidió la libre absolución ya que “no se demostró la existencia de las fotografías” y porque “lo que la acusación llama control, nosotros lo llamamos preocupación”, dijo. La causa quedó vista para sentencia.

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