Tras las auscultaciones y pruebas dinámicas realizadas por el tren BT entre Pedralba de la Pradería y Ourense, ahora le toca actuar al tren Séneca. Ambos son auténticos laboratorios rodantes con los que el Adif realiza distintos tipos de verificaciones, tanto de la vía como de la catenaria. Pero el primero, el BT, es un tren diésel que no realiza sobre el tendido eléctrico más comprobaciones que las relativas a sus parámetros físicos. En el caso del Séneca, además de las pruebas que ya realizó su predecesor desde el último día de marzo, desarrollará otras, con velocidades superiores, de más de 300 km/h y, lo que es más importante, hará una comprobación de la calidad de la catenaria en lo que al suministro eléctrico se refiere, puesto que circulará alimentado por los 25.000 voltios de corriente alterna que proporciona, en los 103 kilómetros del último tramo de alta velocidad de la línea gallega, entre Pedralba y Taboadela.
A diferencia del BT, que llegó a la estación de Ourense, en la que permanece hasta mañana a las tres y media, el Séneca no podrá abandonar el tramo de la línea de alta velocidad porque en los últimos 16 kilómetros de la línea (los dos del ramal de conexión y los 14 de enlace desde la estación de Taboadela y la de Ourense) todavía no está en tensión la catenaria, es decir, todavía no hay corriente en ese último tramo.
Los trabajos técnicos a bordo del Séneca llevarán al tren a realizar diferentes pasadas en ambos sentidos para comprobar las condiciones y parámetros tanto de vía como de catenaria y comunicaciones, tanto en la vía derecha como en la izquierda desde Vilavella.
