ENTREVISTA

Alfredo Romero: "En los 50 hacíamos tres o cuatro viajes al año a Cataluña para comprar distintos géneros”

03.02.15.OURENSE.AV.PONTEVEDRA.ALFREDO.ROMERO.GARCIA.
photo_camera Alfredo Romero García, un histórico del comercio ourensano.

Almacenes Alfredo Romero, un referente para los vecinos de varias generaciones en lo que a productos textiles se refiere

Alfredo Romero García regenta desde hace años uno de los establecimientos comerciales con más solera e implantación en el tejido productivo de la ciudad: Almacenes Alfredo Romero, un referente para los vecinos de varias generaciones en lo que a productos textiles se refiere. Recientemente regalaba La Región una lámina con uno de sus anuncios de los años 50, lo que trajo como consecuencia una divertida anécdota que cuenta el propio Alfredo Romero: "Entró una persona de mediana edad al día siguiente de la publicación pidiendo los retales que se ofrecían en el anuncio y tuvimos que explicarle que se trataba de algo de los años 60". Es una anécdota más para  un establecimiento que se acerca a los 100 años de vida, puesto que su nacimiento se remonta a 1926, cuando el abuelo del actual dueño, Alfredo Romero Escudero, emprendió la aventura de poner en marcha un gran local dedicado a la venta de telas de confección.

¿Cómo nace este comercio?

El fundador fue mi abuelo, Alfredo Romero Escudero, que lo abrió a finales de los años 20, en 1926, concretamente. En aquel momento lo que se ofrecía al público eran  diversos tipos de tejidos, tanto para el hogar como para confeccionar los propios trajes y vestidos, bien encargándoselo a una modista o, si uno era mañoso o mañosa, realizándolo uno mismo. Estamos hablando de unos años en los que todavía no existían las prendas ya confeccionadas.

¿Cómo era el Ourense de aquella época?

Había mucho movimiento comercial, con establecimientos como los Almacenes Ferro, cerca de la Catedral; los Almacenes Chao, la camisería Anta...

Este establecimiento ha vivido muchos cambios en estos casi 100 años de historia.

Bastantes. En los años 40/50 es cuando surgen las prendas ya confeccionadas, con gabardinas, trajes o vestidos ya elaborados. Así que nos metimos en ese campo y se diversificó el comercio, dedicando  la primera planta a confección, la segunda a tejidos y una tercera a ropa de hogar.

¿Había que viajar mucho en aquellos años?

El principal suministrador de ropa de confección era Cataluña y se hacían tres o cuatro viajes al año en busca de género, visitando todo tipo de fábricas. No eran viajes como los de ahora, porque llevaba bastantes horas llegar a destino, y después se podía estar en torno a un mes allí para escoger los distintos tipos de género. También se hacían visitas al extranjero, a París, para conocer los nuevos diseños.

Con la crisis del petróleo, en los años 70, vino una nueva reconversión: el comercio pasó de los alrededor de 50 trabajadores a los dos que mantiene ahora.

Cierto, pero hay que decir que no fue una transición traumática. En aquella época no existía el concepto de despido y lo que se hacía era, que a medida que la gente se iba jubilando, no se cubrían esas plazas.

¿Cómo ve el movimiento comercial en la zona actualmente?

En esta zona -avenida de Pontevedra número 4- sigue habiendo mucho movimiento, es un lugar de tránsito habitual de gente.n

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