Alumnos contagiados, sin ABAU: “Y mi futuro, ¿qué?”

La convocatoria extraordinaria de la ABAU arranca hoy martes y terminará este jueves en toda Galicia. A esta “repesca” acudirán alumnos que no superaron o no se presentaron en junio, pero también aquellos que buscan mejorar su nota media. El año pasado, unos 3.000 gallegos realizaron las pruebas extraordinarias, y este 2021 se esperan cifras similares. Eso sí: los estudiantes contagiados de coronavirus no podrán presentarse.

La Comisión Interuniversitaria de Galicia (CiUG) no contempla ninguna alternativa para los alumnos contagiados, que, directamente, no podrán presentarse a los exámenes. Los afectados no dan crédito y reclaman una solución de forma “urgente”, ya que en muchos casos podría suponer no acceder a ninguna carrera universitaria. “Da mucha rabia, sientes que pasan absolutamente de ti y de lo que estás pasando”, explica Rebeca Álvarez, una de las ourensanas que hoy no podrá realizar las pruebas. “¿Y ahora qué hago yo con mi futuro?”, se pregunta. “Es una auténtica vergüenza”, dice la madre de otro joven, también contagiado.

“No se entiende”

Francisco Álvarez, padre de Rebeca, pasó ayer cinco horas al teléfono, intentando buscar una solución para la situación de su hija. “Ya para que te cojan el teléfono… Pero una vez que te cogen nadie sabe, te pasan más números, y al final cinco horas y acabé como empecé, sin una solución”, señala Álvarez. “Lo único que me dijeron fue que me podían devolver el dinero de las tasas, pero no es cuestión de dinero, es cuestión de que pueda hacer los exámenes”, reclama.

La CiUG sí contempló esta posibilidad en el caso en las pruebas ordinarias de junio: si algún alumno era positivo, podían presentarse a la convocatoria extraordinaria (la de ahora). Sin embargo, los estudiantes que ahora están contagiados no cuentan con ninguna opción. “No se puede entender, y sobre todo, teniendo en cuenta la situación actual de Galicia, no creo que mi hijo sea el único afectado”, señala una madre afectada.

Un año difícil

Rebeca Álvarez se presentaba a las pruebas de estos días para subir la nota, después de un año difícil, de estudiar mucho y tener mucho cuidado de no contagiarse. “Ya no fue a Mallorca porque prefirió quedarse aquí, por si acaso”, explica su padre. Sin acceder a la convocatoria extraordinaria, sus oportunidades son muchas menos. “Ahora a ver si me cogen en alguna Universidad”, dice la afectada, que se queja del trato recibido por varios funcionarios con los que habló ayer por teléfono. “Es que parece que piensan que me contagié porque quise, porque me apetecía, que me da igual mi futuro… Me parece fatal su actitud”, critica.

Cataluña o Madrid sí encontraron soluciones para los votantes con el virus

Los estudiantes afectados critican la falta de organización de la CiUG, ya que consideran que, después de un año y medio de pandemia, deberían contar con opciones alternativas. “En las Universidades hay quien ha hecho los exámenes desde casa, de forma telemática, en Cataluña pudieron votar las personas contagiadas, pese al riesgo de que saliesen a la calle… Es increíble que ahora no se haya previsto esta situación”, comenta Francisco Álvarez.

Cataluña y Madrid se adaptaron a las circunstancias en las últimas elecciones autonómicas, y facilitaron franjas horarias específicas para aquellos ciudadanos que, siendo positivos, querían ejercer su derecho a voto. El protocolo incluía equipos de protección individual (epis) para los miembros de las mesas, para salvaguardar su salud. “Pero nosotros no podemos hacer nada estando contagiados… Yo conozco a gente que ha pedido que no den su nombre como contacto estrecho para poder ir igualmente, porque es la única forma de presentarse. Yo no quiero contagiar a nadie, solo quiero hacer mis exámenes”, explica Rebeca Álvarez.

Eso sí, aquellos positivos confirmados que acudan, saltándose el confinamiento, se exponen a una sanción económica. “Parece que están forzando a la gente a que cometa una ilegalidad dejándolos sin ninguna opción. Son niños que se juegan la carrera”, recuerda Francisco Álvarez.