Un año más para reabrir la piscina de As Burgas

La piscina termal de As Burgas sigue pendiente de obras.
photo_camera La piscina termal de As Burgas sigue pendiente de obras.

La ciudad de Ourense seguirá sin poder ofrecer durante aproximadamente un año más a vecinos y visitantes uno de sus recursos termales más preciados por su singularidad y ubicación, la piscina de As Burgas. Esta se puso en funcionamiento hace más de una década y lleva inoperativa desde marzo de 2020, cuando estalló la pandemia del covid.

El proyecto que acaba de sacar a licitación el Concello tras meses de trámites en los despachos para acometer las obras necesarias y adaptar el funcionamiento de las instalaciones a la ley autonómica de aprovechamiento de aguas termales contempla un plazo de ejecución de los trabajos de nueve meses. A este tiempo hay que sumar el que se prolongará el procedimiento de contratación, habitualmente nunca por debajo de los tres meses, lo que provocará que el equipamiento, si todo va bien, no pueda estar operativo hasta bien avanzado el verano de 2023. Con todo, el pliego contempla que será valorado en la baremación que se ofrezca una reducción del plazo de las obras hasta un máximo de cuatro meses.

Objetivos

Conforme se iban levantando las restricciones de la pandemia, Ourense se encontró con la necesidad de realizar obras en sus instalaciones termales al entrar en vigor la nueva legislación autonómica, por lo que no fue hasta febrero de este año cuando se reabrió parcialmente la oferta pública municipal, con la puesta en servicio de pozas en Outariz y Burga de Canedo. El proyecto aprobado el pasado mes de abril para la piscina de As Burgas y licitado la pasada semana fija una inversión de casi 577.000 euros para modificar la zona de baño y así garantizar que no haya filtraciones y que el agua sea renovada periódicamente para garantizar su calidad. También se mejorarán las condiciones de accesibilidad y los vestuarios.

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