Pintor

Antón Lamazares: ‘Nuestra patria es la aldea y yo estoy siempre en mi aldea, aunque viva en Berlín’

Antón Lamazares, ante una muestra de sus trabajos. (Foto: José Paz)
Antón Lamazares (Lalín, Pontevedra-1954) es uno de los pintores más representativos de la plástica gallega contemporánea. Tras inaugurar una retrospectiva de su obra en Nueva York, llega a Ourense con más de 150 obras nunca expuestas, esencia de su trabajo en los últimos años en Berlín, donde reside. La muestra, producida por la Diputación a través del Centro Cultural, engloba dos series: ‘Domus omnia’ y ‘Fai frío no lume’.
¿Cómo definiría la exposición que tiene en el Centro Cultural de la Diputación?

Es el resumen de mis últimos cuatro años de trabajo en Berlín y engloba las series ‘Domus Omnia’ y ‘Fai frío no lume’. La primera hace referencia a la casa de todas las cosas, casa del alma; mientras que la segunda es un homenaje a mis muertos y a nuestros muertos, a los ausentes. Además, en ellas hay siempre unas constantes de mi trabajo pero renovadas, renovadas por tantas cosas que le suceden a uno cuando cambia de país, cuando cambia de ciudad.

La obra vino directamente de Berlín, donde vive. ¿Por qué Berlín para vivir?

Yo llegué a Berlín por primera vez en 1991 y me enamoré de esa ciudad. Entonces no me pude quedar por diversas circunstancias pero en 2005 decidí que era mi ciudad y allí estoy desde entonces.

Un pintor de origen gallego trabajando y pintando en Berlín. ¿Un pintor que mantiene las raíces como lo hace en su obra, no supone esto una deslocalización?

No porque, mira, yo vivo siempre en mi aldea. Tu sabes que ya dijo el poeta que nuestra patria es la infancia y yo estoy siempre con mi corazón y con mi cabeza en mi aldea, la tengo en mi memoria.

En Ourense se reencontró con una ciudad que fue la suya y con viejos amigos que tuvieron un peso importante en su vida.

Fue un reencuentro bonito porque le tengo mucho cariño a Ourense. Yo empecé a estar por aquí en 1973-74 y, afortunadamente, artistas como Arturo Baltar, Alexandro, Vidal Souto, mis amigos de aquellos tiempos siguen aquí y es bonito reencontrarse con ellos. La ciudad es la misma y al tiempo diferente.

El día 28 presentará el catálogo de la exposición, que incluye la participación del escritor Luis González Tosar.

Yo le llamo a estas cosas gracias vagabundas. Para mí es muy bonito, cariñoso, profundo también contar como comisario de esta exposición con Luis González Tosar, a quien considero como uno de mis mejores amigos y creo que es el gran poeta que defiende nuestra lengua en la actualidad. Somos amigos desde 1969 y creo que Luis es el más gallego de todos los gallegos que conozco. En todo caso, es un representante maravilloso de nuestra cultura y estar cerca de él es un honor.

La exposición de Ourense llega unas semanas después de que inaugurara una retrospectiva en Nueva York. Eso demuestra que estamos en plena globalización.

Ourense es una ciudad maravillosa mientras que Nueva York es una gran metrópoli. Es agradable y positivo que puedan existir esos puentes. Y claro, eso significa que si trabajas y lo haces con criterio puedes andar de un lado para otro mostrando tu obra y que esa obra sea valorada. Eso es a lo que aspiramos cualquier pintor, a que nuestra obra pueda ser mostrada y valorada en cualquier parte del mundo. Por eso, también la pintura es universal, hay unos ojos que la miran y la comparten en cualquier lugar del mundo. Aunque, en el fondo, lo que ves con el corazón no lo ves con los ojos y lo importante es verla con el corazón.

En sus inicios quería ser poeta y acabó siendo pintor. En su pintura hay mucha poesía.

La razón, la esencia de mi pintura es la poesía. Espero poder hacer poesía con mi pintura y esto no es algo nuevo. No soy el único que se ha propuesto esto porque ahí están Miró, Paul Klee por hablar de dos pintores intocables y que forman parte del corazón del siglo XX.

Esta muestra que organiza la Diputación junta algo más de 150 cuadros en un espacio expositivo que supera los 1.200 metros cuadrados. Es un reto, y algo poco usual.

Efectivamente, es muy difícil encontrar espacios amplios, espacios nobles como éste y es una alegría que la Diputación me diera esta oportunidad.

Durante estos días ha visitado la exposición varias veces con amigos y seguidores de su trabajo venidos de diferentes lugares y ha podido pulsar la vida de la ciudad y de la propia exposición. ¿Qué sabor se lleva de esta experiencia?

Estoy contento porque me parece sentir que mi trabajo le gusta a mi gente, a mis amigos, a los que han venido a verla y, desde luego, es importante poder enseñar este trabajo en Ourense y después de ocho años de mi anterior exposición en la ciudad volver a encontrarme con estos amigos. Esta exposición es muy importante porque en pocas ocasiones puedes mostrar 150 cuadros tuyos juntos y uno necesita ver sus piezas colocadas así, juntas, ordenadas.

Después de Ourense, ¿cuál es el siguiente proyecto en el que está Antón Lamazares?

Lo primero, irme a Berlín y pintar porque llevo casi dos meses sin pintar y necesito hacerlo para reencontrarme. En mayo realizaré una exposición en Berlín y otra en Madrid.

También anda con un proyecto cinematográfico.

Sí, esperamos estrenarlo ahora, en marzo. ‘Horizonte sin dueño’ es un trabajo sobre mi pintura, sobre la poesía y estamos en su fase definitiva.


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