El centro de estudios Infórmate ya cuenta con ocho sedes por toda Galicia, como las que mantiene en Ourense, Lugo, Vigo o Cambados. Su director, Antonio Estévez, tiene claro que “la mayor publicidad, los mejores comerciales que tenemos los centros son los aprobados”.
¿Es esta una época propicia para preparar oposiciones?
Todas las grandes administraciones (Estado, Xunta, Sergas, diputaciones, ayuntamientos y universidades) están sacando plazas. Y, en cuanto a conciliación, formación y nivel salarial para una misma categoría laboral y mismas tareas, la administración va un poco por delante de la empresa privada.
Ante la crisis, puede que algunas personas hayan dado por hecho que no se ofertan plazas y no se planteen la posibilidad de preparar el acceso a ellas.
Están ya publicadas las ofertas en el Diario Oficial de Galicia. Se necesitan trabajadores públicos. De hecho, hay muchos interinos porque no se permitió sacar plaza en su momento. Ahora los candidatos deben darse prisa, porque dentro de tres o cuatro años se producirá otro “bajón”. A nivel estatal, la probabilidad de éxito es mayor porque hay más plazas, pero a mucha gente le echa para atrás que el primer destino lo proponga la administración, y tener que pasar un año o dos fuera de su residencia habitual.
¿Cuál es su metodología?
Partimos de informar y orientar antes de formar, para que la gente se centre donde su posibilidad de éxito sea mayor y pueda conseguir un trabajo que le guste.
¿Qué diferencia a quienes consiguen aprobar una oposición de quienes no?
La constancia y la planificación. Hay gente que se ve obligada a compatibilizar su estudio con el trabajo o cargas familiares, levantándose mucho antes de ir a trabajar o sacrificando su tiempo libre, pero a veces hace más el que quiere que el que puede. Uno tiene que imaginarse cómo sería la vida con una plaza fija. El mercado laboral actual es cambiante. Ha quedado muy lejos la época en la que se pasaban de padres a hijos los puestos de trabajo en las empresas.
Entonces, ¿la mentalidad es clave?
Nos encontramos con gente que se prejubiló con cincuenta y pico años y luego le resulta complicado reincorporarse al mercado laboral. Pero no se rinden, y ante un ERE se plantean opositar. Son personas que se rebelan contra su situación.
¿Hay alguna oposición en la que no se lleguen a cubrir las plazas?
Esto ocurre sobre todo para cuerpos superiores, como técnicos de Hacienda, por los requisitos de conocimiento que se ven obligados a exigir.
