Desescalada en Ourense

La apertura de las terrazas todavía deja dudas sin resolver en el sector

La cafetería Acceso Centro se vio obligada a cerrar tras la primera jornada.
photo_camera La cafetería Acceso Centro se vio obligada a cerrar tras la primera jornada. (FOTO: MIGUEL ÁNGEL)
El primer día, en Carballiño, la Policía Local intervino para sacar de un bar a un hombre ebrio y en la ciudad levantó acta en 13 locales

En un segundo día de fase 1 marcado por una lluvia que chafó los planes, el sector hostelero necesitó volver a una normativa de reapertura de las terrazas de los negocios de hostelería que sigue causando dudas. El BOE se sigue invocando tras determinadas imágenes de terrazas llenas, que en su gran mayoría respetaban las medidas de seguridad estipuladas, con una distancia entre mesas de al menos dos metros, fijan en diez el tope de personas por mesa o por agrupación de mesas y no hace obligatorio el uso de mascarilla por parte de los clientes  –aunque sí recomendable, para evitar contagios–. Los locales procuran adaptar el espacio a las circunstancias –50% del aforo–, pero las fuerzas del orden se vieron obligadas a intervenir el lunes en varios establecimientos de la provincia por falta de distancia de seguridad entre mesas. 

En Carballiño, la Policía Local acudió al interior de un bar en la tarde del lunes, donde el dueño intentaba echar, sin éxito, a un cliente ebrio. La patrulla, que circulaba por la zona, se percató de la situación y ayudó al propietario a sacar al sujeto. Responsables del cuerpo insistieron en que, pese a que se produjeron algunas borrachera incluso por la tarde, que no hubo ningún problema, y que la gente se comportó adecuadamente de forma mayoritaria. "Ha sido como una noche de cualquier sábado en cuanto a la parte proporcional de ventas", apuntaba un hostelero de la villa, y añadía "la gente tenía muchas ganas de divertirse, pero respetaron las normas".

En la ciudad fue necesaria la intervención de las fuerzas del orden en 13 locales, después de recibir llamadas por parte de los vecinos. Los dueños de uno de los establecimientos, según fuentes municipales, respondieron con "graves insultos" a los agentes de la Policía Local, que tomaron datos sobre el número de mesas y la distancia entre ellas. La Delegación del Gobierno ya ha adelantado que se intensificará la vigilancia policial durante los próximos días para evitar que se incumplan las medidas, y recuerda la importancia de mantener una correcta separación entre las mesas. 

Propuestas de sanción

Los locales identificados se enfrentan a una posible sanción por el incumplimiento de la normativa, aunque en un primer momento solo se notificó la situación. "Se atendieron las llamadas de los vecinos y se notificó, pero no se multó a nadie. Eso ya depende de la Subdelegación del Gobierno", explica María Dibuja, concejala de Comercio. 

En el caso de la cafetería Pijú, tras la intervención de la Policía Local, prefieren no abrir: "No nos especificaron por qué venían, pero preferimos esperar y ver si nos notifican algo". De igual forma, la cafetería Acceso Centro volvió a bajar la persiana tras el primer día: "Ata o 25 non abrimos. Os axentes dixéronnos que non podiamos ter clientes na terraza da entrada porque non é beirarrúa, pero no BOE indica que ata un máximo de dous muros rodeando as mesas é válido. Non se entende. Tiven que desaloxar aos clientes e xa pechei. Pedín permiso para poñer máis mesas, pero non me contestaron". Hasta ahora, según Dibuja, "cuatro o cinco" negocios de hostelería de la ciudad han pedido un incremento de veladores para poder contar con mayor número de clientes.

Compromiso

Durante la jornada del lunes, representantes de la Federación Limiar, Agrupación Miño, Casco Vello y O Cimborrio se reunieron con parte del gobierno local para exponer la necesidad de respetar la correcta convivencia ciudadana durante la desescalada de la hostelería. "El Concello se ha comprometido a dejar libres las aceras y soportales para respetar a los peatones, y se facilitará la instalación de las terrazas en zonas de aparcamiento", explican desde las entidades, que recuerdan su firme apoyo a un sector hostelero "ético, sostenible y responsable" con la ciudadanía.

En el otro lado, los que no abren: “No lo veo claro"

No todos los establecimientos hosteleros han vuelto a abrir sus terrazas, y muchos son los que dudan de cuándo volverán a la actividad debido a las restricciones del proceso de desescalada. "Yo aún no lo veo claro, en otros casos pueden hacerlo, sobre todo si no tienes trabajadores, estás tú al frente, atiendes y vas ganando... Pero si no, cómo vas a volver a abrir si no puedes asegurar su sueldo", reflexiona José Manuel Martín , dueño de la cafetería Niza, situada en la calle Progreso de la ciudad. Como él, son otros tantos los que, pese a la posibilidad, se mantienen expectantes ante la evolución de la situación y con la fecha del 25 de mayo como posible apertura. "Yo por ahora no tengo fecha, no sé, tengo que valorarlo bien", apunta Martín. En el Casco Viejo continúan muchas persianas cerradas. "A mí para abrir y solo poder tener dos mesas no me compensa, por el momento es inviable, más adelante, ya se verá", apunta Pablo Domínguez, gerente de A Saia da Carolina y de Adega das Caldas –en este local no cuenta con terraza exterior, sino con interior–. Domínguez, además, reflexiona sobre la necesaria colaboración de la ciudadanía: "No todo el mundo estará dispuesto a ir a comer fuera... Hay que verlo".

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