El tren regional Ourense-Santiago, que salió a las 15,30 horas de la estación, ardió a la altura de Lalín, en el apeadero de Botos. Esta máquina llevaba circulando desde finales de los 90 hasta este domingo, que quedó fuera de la circulación.
Una fuga de aceite en el vagón del convoy generó que prendiese el falso techo y se extendiese también al de la locomotora. Sin embargo, antes de que se iniciasen las llamas, los 64 pasajeros que realizaban el viaje pudieron salir y alejarse de los vagones. Ninguna persona resultó herida.
Desde Renfe señalan que fueron transportados desde Lalín a Santiago en autobús. El tren tendría que haber llegado a las 17,10 horas a su destino, pero el percance provocó el retraso de la llegada de los viajeros.
La línea afectada tiene un polémico historial en la provincia de Ourense. En 2019, un grupo de pasajeros impidieron su salida de la estación carballiñesa hasta que Renfe envío un autobús para transportar a los viajeros que se habían quedado sin plaza. El problema surgió a raíz de un retraso provocado por una avería –algo habitual– del tren. En un principio apareció un tren turístico, pero este tenía menos plazas de las suficientes para atender la demanda en Carballiño. Ese fue el motivo por el que bloquearon la salida hasta que llegó un autobús.