El jabalí es un “problema endémico”, como define el alcalde de Pereiro, Luis Menor, de todo el área metropolitana de Ourense. Alcaldes y vecinos han aprendido a convivir con un animal que provoca destrozos en fincas -públicas y privadas-, decenas de accidentes de tráfico e incluso “abandono de fincas”, como explica el regidor de A Peroxa, Manuel Seoane. Este animal, que no cuenta con un depredador natural en los montes ourensanos, se acerca cada vez más a las poblaciones y, en muchas aldeas rurales, llevan años paseando como un vecino más.
Seoane insiste en que “hai unha sobrepoboación moi importante” de este animal, que tiene un ciclo reproductor de seis meses y que tan solo tiene la caza como medida de control de población. De esta forma, “non é raro ver grupos de cinco ou seis paseando polos núcleos do noso concello”. Esta presencia habitual “provoca o abandono total das terras, xa que a xente está cansa de traballar as súas fincas e, a un mes de ter os froitos do traballo de meses, chegue o xabaril a estragalo todo”. Por eso urge “ir máis alá coas medidas”, dice Seoane, que cree que “con autorizar máis batidas está claro que non chega”.
Destrozos en parques y fincas
Son varios los alcaldes que confirman actuaciones por culpa de los destrozos provocados por estos animales. Manuel Pedro Fernández, primer edil de San Cibrao das Viñas, relata que “xusto por detrás da guardería, está todo rozado por eles”. Además, confirma que “cada vez está máis cerca das aldeas”. Pero el de San Cibrao no es el único caso. Álvaro Vila, regidor de Taboadela subraya que “tivemos que valar un parque pouco despois de repoboalo porque acabaron con todo”; mientras que Luis Menor, alcalde de Pereiro, explica que su presencia en parques “é algo habitual e algún tivemos que reacondicionar”.
Este acercamiento a los núcleos de población también lo constata el regidor de Vilamarín, Amador Vázquez, que pone el foco en que “leva moitos anos habendo moitos; é un problema moi preocupante”.
Accidentes de tráfico
Estos animales provocan uno de cada tres accidentes en las carreteras provinciales, y más de la mitad de los alcaldes del área metropolitana han tenido un accidente en los últimos años contra uno. “Es una de nuestras mayores preocupaciones al circular de noche”, remarca el líder del gobierno local de Toén, Ricardo González, una afirmación que comparten los alcaldes de A Peroxa o San Cibrao.
La mayoría de municipios del área metropolitana “aprendemos a convivir co xabaril”, dice José Luis González, alcalde de Amoeiro, que agradece “ás cuadrillas o traballo que fan para manter a poboación deste animal todo o que poden”, ya que es “el único factor depredador de un jabalí que ya ha perdido el miedo a los humanos”, añade el regidor de Toén. Así, las conversaciones con la Consellería de Medio Ambiente son habituales, pero siempre en un tono “informal, sen unha proposta moi definida, pero coa reivindicación da necesidade de controlar” una sobrepoblación evidente.
De paseo por la avenida de Zamora
De un tiempo a esta parte, ya no sorprende a nadie ver a grupos de jabalíes paseándose por la ciudad al caer la noche. Sin ir más lejos, en la noche del jueves al viernes fue avistada una pareja de cerdos salvajes paseando tranquilamente por la avenida de Zamora. La población de este animal está creciendo de forma incontrolada, especialmente en el entorno urbano, y ya son muchos los barrios afectados por sus constantes visitas.
Uno de los barrios más afectados por esta plaga es el de Covadonga, como ocurrió ayer por la noche. Allí, los vecinos se ven obligados a convivir a diario con sus visitas, que crean decenas de desperfectos. Además, admiten que tienen miedo y que los paseos con sus mascotas son más cortos de lo habitual desde el pasado mes de noviembre. Los perros ladran cuando ven a los suidos y crean situaciones comprometidas para sus dueños.
