El jabalí también es un problema en Barbadás, aunque, según su alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, esta invasión fue mucho más intensa “hai uns tres ou catro meses”. En ese momento, era “moi habitual” la presencia de grupos de animales en la zona verde del Parque dos Patos, en el núcleo más grande del concello, A Valenzá. “Destrozáronnos un cacho importante da zona verde que hai ao carón da piscina”, reconoce Valcárcel.

Fue en ese momento en el que desde el gobierno local se pusieron en contacto con la Consellería de Medio Ambiente, ya que no podían abatir animales en zonas urbanas. Así, se colocaron varias jaulas trampa en el municipio para intentar apresar a alguno de estos animales que bajaban a pasearse y alimentarse en zonas habitadas. Sin embargo, el intento fue totalmente estéril: “Non fomos capaces de coller ningún en todo o tempo que estiveron postas as trampas. Os xabarís non son tontos”, explica el regidor. Otra de las medidas que se tomó fue la de autorizar una batida en una zona semiurbana, pero cerca del bosque, que tampoco fue un gran éxito.

Ahora la afluencia se ha reducido, pero Valcárcel asegura que “segue habendo preocupación. Ao final, estamos nunha zona limítrofe con masa forestal e é moi doado que os porcos bravos baixen”.

Un informe de la Diputación de Ourense, firmado por la ingeniera directora de área de Infraestructuras, concluye que la población de jabalí está creciendo “de xeito incontrolado”. Además, en el pleno de la Diputación del pasado enero, el presidente, Manuel Baltar, dio a conocer los resultados de un proyecto piloto puesto en marcha por su gobierno para utilizar inhibidores acústicos y repelente para jabalíes en las carreteras de la provincia, que se probó a lo largo de 2022, y cuyas conclusiones no son positivas: no se consigue mitigar de forma apreciable la siniestralidad con estos animales.

En el caso de los inhibidores acústicos, que el mercado consideraba eficaces para evitar el cruce de estos en las carreteras, “o sistema non funcionou”, señala el informe. En el caso de los repelentes, los datos del tercer trimestre del pasado año parecen “frear levemente” el número de accidentes.

Sin noticias del Concello de Ourense

A inicios de año la Xunta proponía al Concello de Ourense una solución para atajar la presencia de jabalíes en zonas residenciales de Ourense: las jaulas trampa. Eso sí, debe ser el Concello de Ourense el que solicite esta ayuda para que la administración autonómica inicie la colocación de estas trampas. Además, también es la autoridad municipal la que debe hacerse cargo de los animales capturados para su posterior sacrificio.

Hasta el día de hoy, según informan desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, el gobierno local todavía no ha realizado ninguna petición formal a su departamento solicitando esta ayuda, que iría dirigida principalmente a paliar su presencia en el barrio de Covandoga, el más afectado de la ciudad. “Esto es un trabajo de dos partes”, aseguran. Además, desde Medio Ambiente también deben autorizar la necesidad de esta acción y también los puntos específicos y el número de trampas a colocar.