EN OURENSE

Ourense amanece con otra cara

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photo_camera Los niños devuelven la vida a la ciudad. // José Paz
La provincia se revela como un laboratorio perfecto para abordar las siguientes medidas del desconfinamiento que hoy estrenan cerca de 27.000 niños ourensanos. Localidades como Xinzo o Barbadás pueden ser un "modelo" de prueba

Llegó el día. Los niños de 0 a 13 años (el decreto publicado este sábado en el BOE excluye a los de 14 que estaban previstos en la norma durante los últimos días) marcan el inicio del desconfinamiento parcial de la población. Alrededor de 27.000 menores de la provincia tiene opción de salir a dar un paseo acompañados de un adulto, desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche, durante un tiempo máximo de una hora y en un ratio de un kilómetro de distancia del hogar. Son cerca de 2.100 niños ourensanos de 14 años los que se quedan fuera de la norma, aunque su “grado de autonomía” reconocido en el BOE les permite tareas de adulto: ir solos a la compra, por ejemplo. Este primer paso a la salida a la calle marcará un antes y un después tras seis semanas confinados. Modelos como el de Andorra ya se imitan en Barbadás y un estudio internacional se fija en entornos de 10.000 habitantes como laboratorio para la desescalada: Xinzo o Barbadás encajarían a la perfección. 

Susana Caride es la madre de Martín, de 14 años, que hoy no podrá salir acompañado. Tampoco lo hará solo. “Yo soy la que sale a hacer la compra, así que mis hijos están en casa. Martín solo sale de la finca para tirar la basura al contenedor, que está a unos 200 metros”, explica.

"Primero miraremos por la ventana, ya que vivimos al lado de un parque. si hay muchos niños, esperaré para bajar a mi hijo"

Los padres, aún indecisos

No es la única familia que no hará uso, al menos de momento, de la normativa. “Esperaremos unos días para ver qué tal va la cosa, de momento se queda en casa. Todos los niños quieren salir y llevar una vida normal como antes. Lo que el Gobierno diga está muy bien, pero después depende de cada padre”, explica Érica Ordóñez, madre de un niño de tres años. Es precisamente cajera de supermercado y al principio, cuando durante unas horas la norma solo permitía llevar a los pequeños a lugares como su trabajo, lo tuvo claro: “No pienso llevar a mi hijo a un supermercado, es un foco de contagio”.

Ricardo es el padre de Rubén, de seis años. “Nosotros tenemos finca y está aquí, con lo cuál no veo ncesario de momento que esté en contacto con sitios de riesgo y lo lleva bastante bien”.

Alba Salgueiro, madre de Thiago Rodríguez, de cinco años, sacará a su hijo de paseo en A Valenzá, aunque es cautelosa:“Miraremos por la ventana primero, si hay muchos niños no. Cuando menos gente haya bajaremos. Además justo vivimos al lado de un parque”. 

"No rural cambiaron as relacións dos nenos con outros nenos e cos veciños. é difícil explicarlles esa falta de liberdade"

El rural, diferente

Julio Martínez es padre de dos hijos en Vilariño de Conso. “No rural é un pouco diferente, aquí axudan nas tarefas e o gando hai que atendelo. Danlle de comer aos coellos e as pitas. Xa colaboraban antes de esta medida, pero o que cambia é a relación cos demáis nenos”. En un concello pequeño, es difícil que los pequeños no se encuentren y quieran jugar juntos. Pero así hay que hacerlo. “Variou moito o ter relacións entre eles e cos demais veciños, aquí tes contacto familiar con todos, coñeces a todo o mundo”. Sus hijos saldrán hoy de paseo, cerca de casa. “Desta vez os do rural estamos nunha posición mellor, pero é difícil explicarlles esa falta de liberdade para saír”.

¿Desescalada por zonas?

Precisamente los expertos se fijan en el rural ourensano como laboratorio para las siguientes fases del desconfinamiento de la población. “Si hay que establecer prioridades, el confinamiento puede ir rompiéndose por zonas. Por ejemplo, que puedan salir habitantes de lugares de 6.000 habitantes, después de 10.000, de 20.000… Ourense y Galicia son un buen laboratorio, es muy fácil delimitarlo aquí porque tenemos muy establecido qué es una ciudad, una villa o un núcleo pequeño”, dice Manuel Isorna, doctor en Psicología. En la misma línea, el psicopedagogo Alexandre Sotelino rechaza la “idea urbanista” de las medidas de desconfinamiento. “No rural os nenos seguen estando nunha parcela. A posbilidade de que poidan camiñar a un kilómetro da súa casa, xa supón saír dunha dinámica habitual e liberar tensións”.

"El confinamiento puede romperse por zonas. por ejemplo, que empiecen a salir los de lugares de 6.000 habitantes"

Iniciativa propia en concellos

A pesar de que la normativa del BOE en relación al desconfinamiento infantil es común a todo el país, hay parcelas que quedan a la decisión de cada comunidad autónoma e incluso de cada concello. El decreto permite, por ejemplo, que los menores acudan a zonas verdes siempre que no sean zonas de juegos o columpios. Sin embargo, en Ourense mantienen precintados los parques como medida de seguridad. 

También hay iniciativas en cada concello. Barbadás fue pionero en emitir un bando para recomendar a las familias que a la hora de realizar los paseos, los niños que viven en números pares salgan en horas pares y los residentes en números impares, a las horas impares. Hoy se enfrentan a la prueba de ver si la medida funciona, aunque como anécdota el Concello de Barbadás ya tuvo que hacer aclaraciones. “Na Valenzá hai varias rúas que teñen números impares.Neses casos o primeiro número é impar, o seguinte considerase par, logo impar, logo par e así sucesivamente”, explicaron desde el gobierno municipal. Los residentes en el número 5 del Paseo de los Amieiros, al ser todos los números impares, serán considerados como número par, por ejemplo.

Barbadás prueba un modelo como el de Andorra: los vecinos de números pares a una hora y los de impares a otra

Esta metodología de Barbadás en forma de recomendación es similar a lo que ocurre en otros países. Sin ir muy lejos, Andorra tiene su propia “desescalada” motivada por un censo reducido. El psicopedagogo Alexandre Sotelino aconseja este modelo. Los andorranos salen una hora diaria en días alternos. Se hace como en Barbadás, según se viva en número par o impar. Canarias también propone su propio modelo: los niños saldrán por la mañana y los mayores vulnerables a última hora. 

De momento, Galicia busca un confinamiento por edades y haciendo diferencias en el rural. Aunque dependerá del Gobierno central cualquier decisión. 

¿Xinzo como laboratorio?

Un estudio internacional valora una medida similar a la propuesta por Isorna y que beneficiaría a territorios como Ourense. El documento “Exit strategy: from self-confinement to green zones” habla de establecer áreas en torno a los 10.000 habitantes, delimitadas y señalizadas, en las que desconfinar a los residentes para declararlas “green zones” (zonas verdes). Estos serían lugares “seguros” si en siete días no hay ningún positivo por el coronavirus. Siguiendo este estudio, en la provincia encajarían como laboratorio municipios como Barbadás (en torno a 11.000 habitantes o Xinzo, en torno a 10.000). Precisamente en este último ayuntamiento sí hay zonas verdes autorizadas en las que podrán pasear los niños. Además, una veintena de personas (Policía Local, Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil) repartirán hoy mascarillas entre los niños que salgan a la calle, además de velar por el cumplimiento de las normas.

Los pequeños serán los primeros de un proceso de desescalada largo. Los mayores de la provincia ya llaman a la puerta del Gobierno: ¿Y nosotros cuándo?. 

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