El monóxido de carbono, conocido como el "asesino silencioso" es un gas altamente tóxico y muy peligroso para la salud. Detectarlo es complicado ya que es incoloro, inodoro e insípido y no produce irritaciones, por lo que su presencia no es perceptible hasta que es demasiado tarde.
A favor tiene la facilidad de evitar accidentes asociados a este gas, ya que su densidad es ligeramente más baja que la del aire, por lo que en condiciones normales de presión y temperatura, el monóxido de carbono se situaría por encima del aire, lo que, a diferencia de otros gases que pueden resultar tóxicos como el dióxido de carbono, facilita su ventilación.
Las principales fuentes de monóxido de carbono son elementos del hogar que funcionan mal, realizando malas combustiones. Como consecuencia de una combustión normal se producen varios residuos, entre ellos, dióxido de carbono, en caso de que el combustible, ya sea gas, carbón o petróleo, no se queme adecuadamente, dará lugar a monóxido de carbono. Uno de los principales peligros de este gas se produce en invierno, ya que muchos hogares utilizan estufas de combustión y la ventilación es mínima para tratar de mantener el calor.
¿Cómo se detecta la presencia de monóxido de carbono?
Para poder dormir con tranquilidad, sabiendo que estamos libres de dormirnos para siempre debido a una intoxicación por monóxido de carbono, lo más recomendable es que compremos e instalemos un detector de este gas que, en caso de que su presencia sea alta, nos alertará.
Por otro lado, debemos saber que existen una serie de síntomas que nos alertarán de la presencia de un escape de este gas, los cuales desaparecerán en cuanto dejemos y ventilemos de forma adecuada la habitación donde se halle la fuga.
¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono?
Cuando una persona es sometida a la presencia de monóxido de carbono no nota los síntomas en un primer momento. Debido a su condición de gas incoloro, inodoro e insípido que no produce irritaciones no se puede detectar, sin embargo, a medida que nos mantengamos en una sala llena de este gas los síntomas irán apareciendo paulatinamente a medida que la habitación se llena.
Los primeros síntomas que se manifiestan ante una intoxicación por monóxido de carbono son dolores de cabeza, dolores de estómago, alteraciones visuales y respiratorias, mareos, e incluso desmayos, que pueden provocar la muerte en menos de una hora. La muerte por exposición a este gas se produce por asfixia.
La principal causa de la muerte por este gas es el desmayo. Si nos encontramos en una habitación llena de monóxido de carbono sin darnos cuenta la ausencia de oxígeno podrá causar el desmayo. En ese momento no tendremos la posibilidad de airear la habitación y la falta de oxígeno se mantendrá llegando a causar la muerte por asfixia.
¿Cómo puedo evitar el monóxido de carbono?
Para evitar la presencia de monóxido de carbono en el hogar es importante revisar los aparatos que tenemos en casa, pues cualquiera que produzca combustión puede ser una fuente de monóxido de carbono. En caso de los hornos de gas detectar su presencia es sencillo: si el color de la llama es azul, la combustión es correcta, si por el contrario es naranja, necesita una revisión.
Para prevenir la presencia de este gas es importante airear habitualmente nuestra vivienda, a pesar del frío de estos días, es importante abrir las ventanas aunque sea una período corto de tiempo.
