IRREGULARIDADES

El Auditorio guarda los altavoces sin desembalar

Cajas apiladas en un sótano en el Auditorio. Guardan los 295 altavoces comprados a Jolper Música (JOSÉ PAZ)
photo_camera Cajas apiladas en un sótano en el Auditorio. Guardan los 295 altavoces comprados a Jolper Música (JOSÉ PAZ)

El Concello paga a Jácome unos 200 euros por pantalla sonora.

Los altavoces que el Concello de Ourense compró en 2006 a la empresa propiedad de Gonzalo Pérez Jácome, actual portavoz de Democracia Ourensana, están almacenados en un sótano del Auditorio municipal, a donde llegaron cuando, durante el gobierno bipartito de 2007-2011, se comprobó que no se podían utilizar porque, además de estar incompletos, su ubicación estaba prohibida por la restrictiva normativa del PERI del casco histórico en muchas fachadas y, en otras, era preciso negociar indidividualmente con propietarios y comunidades de vecinos la colocación en los edificios.

La inmensa mayoría se encuentran todavía dentro de las cajas en las que fueron transportados, paquetes con la dirección de la distribuidora de instrumentos musicales donde habrían sido adquiridos, Letusa Madrid -con sede en Alcorcón- y con una papeleta en cada una de las cajas: "Made in China". Ocupan mucho espacio, porque fueron compradas 295 "pantallas sonoras", y el actual gobierno local, aunque no le estorban porque los sótanos del Auditorio son muy grandes, reconoce que no sabe qué hacer con ellos.

La concejala de Educación y Cultura, Ana Garrido, que los tiene en sus "dominios" aunque asegura que son propiedad de la Concejalía de Comercio, recuerda que los intentó utilizar sin éxito en dos ocasiones recientes, en el Entroido y para poner música a los conciertos de la Banda Municipal, en el exterior del Banco de España. Y llevan así desde que en 2007 fueron operarios municipales a recogerlos al estudio de televisión de Pérez Jácome, donde estaban almacenados tras ser comprados, a instancias del gobierno municipal del PP, por su empresa Jolper Música.



En cajas

Alguno de ellos está fuera de su caja correspondiente, porque fueron probados en algunas ocasiones puntuales, pero su falta de uso es evidente, como muestran las fotografías.

El gobierno local de 2006 acordó su compra, por vía de urgencia y sin tramitación administrativa alguna pese a que la cuantía obligaba a un procedimiento abierto, por 61.691 euros, por lo que cada uno habría costado unos 209 euros, un precio notable entonces, y más si se tiene en cuenta que se revelaron inservibles, porque no se podían instalar en las fachadas y porque, además, se entregaron incompletos, según señaló el actual gobierno municipal, tras pedir su instalación puntual a la empresa instaladora de sonido con la que habitualmente trabaja. Están incompletos pues sólo hay la llamada pantalla sonora -el aparato que se muestra en la fotografía-, sin mezclador, ni etapas de potencia ni tampoco el cableado necesario, reconoció por escrito al Concello la empresa Arteficción. n

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