El Banco de Alimentos de Ourense, coincidiendo con su 25 aniversario, recibió ayer la visita de la reina Doña Sofía. Durante su estancia en la sede, ubicada en el Polígono de San Cibrao, la monarca se interesó por la labor de la asociación y la respuesta social que obtuvo desde que comenzó la pandemia. Además, no vino con las manos vacías: la Fundación Reina Sofía donó una cámara frigorífica, más de dos millones de litros de zumo y leche y miles de kilogramos de alimentos infantiles (como leche en polvo, papillas y purés).
Durante el transcurso de la cita, tras un primer paseo por las instalaciones, doña Sofía mantuvo una reunión con representantes de las instituciones gallegas y ourensanas. Entre otros, estaban el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; el de la Diputación, Manuel Baltar; el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, o lacConselleira de Política Social, Fabiola García. También estuvieron presentes el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Pedro Miguel Llorca, y el portavoz ourensano, Cecilio Santalices.
En dicho encuentro expusieron algunos resultados de lo recaudado en 2021. Solo en Ourense, la entidad distribuyó casi un millón de kilos de alimentos: 367.165 de ellos pertenecen al plan de retiradas del Fondo Agrario de la Xunta y 97.620 al de recuperación de productos alimentarios -un programa para evitar que se desperdicien los alimentos desechados en buen estado-. También destacó el reparto anual de productos frescos donados por la Consellería de Medio Rural, alimentos como carne y cerdo que fueron entregados a otras entidades. En total se pudo ayudar a 7.317 familias y atender a 1.302 niños de los que 191 eran lactantes.
“CERCANA Y LLANA”
Al terminar el acto, el presidente del Banco de Alimentos en Ourense, Cecilio Santalices, afirmó que la reina es “una persona sensible, cercana y llana”. Además, indicó que “sobre todo se interesó por la infancia y por las personas mayores”.
La reina vino en AVE y sus fans ourensanos la recibieron al llegar
En el exterior de la nave de la asociación, ubicada en el Polígono Industrial de San Cibrao, cerca de 20 personas esperaron hasta dos horas y media para ver y saludar a la monarca. Ella entró y salió en coche, pero sus fans pudieron despedirse a través del cristal. Todos la apuntaban con el móvil y la saludaban incesantemente para tratar de ser correspondidos por la realeza.
Aunque la Guardia Real de doña Sofía se alojó en un hotel de la ciudad, la monarca vino en AVE a primera hora de la mañana. Cogió el mismo tren que inauguró su hijo el pasado 21 de diciembre y se marchó en otro convoy a mediodía. Estuvo en la base del Banco de Alimentos dos horas y media, sin tiempo para conocer la ciudad. Sí pudo, sin embargo, codearse con los líderes de la política ourensana.
El presidente de la Diputación recordó la visita de doña Sofía a Celanova y al monasterio de Oseira. Mencionó además su huella en el patrimonio: “Esta é unha oportunidade para lembrar que a Banda de Gaitas leva o título de ‘real’ pola súa intercesión”.
El alcalde de Ourense, de forma más costumbrista, le dijo a la monarca “que no la veía desde 1976, cuando los reyes acababan de ser proclamados” y él era un niño que los fue a ver a la Praza Maior.
