La provincia registró en 2015 la pérdida de 668 personas, con 13.186 altas y 13.854 bajas, perdiendo vecinos 62 de los 92 concellos que conforman el territorio.
La sangría demográfica que vive Ourense queda demostrada con las cifras de variaciones residenciales, en cifras negativas por tercer año consecutivo. La provincia registró en 2015 la pérdida de 668 personas, con 13.186 altas y 13.854 bajas, perdiendo vecinos 62 de los 92 concellos que conforman el territorio. De los 13.186 residentes que llegaron a la provincia, 2.122 eran inmigrantes.
La situación fue especialmente mala en Vilardevós, que perdió 97 residentes, o Verín, con 57. Pese a que las altas registradas ascendieron en este municipio a 864, la segunda cifra más alta por detrás de la capital, las bajas se dispararon hasta las 921. En cifras negativas, también está importantes municipios de la provincia como Celanova, con un descenso de 41 personas, Ribadavia, 12, Allariz, ocho, o Pereiro de Aguiar, dos.
Por su parte, la tendencia al alza se confirma en Barbadás, que año tras año demuestra su poder de atracción, en términos positivos desde que el INE permite consultar las variaciones residenciales por municipios, el año 2011. El municipio tuvo el pasado año 761 altas en su padrón, mientras que las bajas alcanzaron las 577, por lo que el saldo se situó en 184. En un lustro, Barbadás alcanza un registro positivo de 942 personas.
El segundo concello que más residentes ganó fue San Cibrao das Viñas, a donde se mudaron 303 personas, mientras que hicieron las maletas 218. Un balance positivo también se dio en Amoeiro, con 144 altas y 89 bajas, o Leiro, donde se registraron 130 y 80 respectivamente.
Crisis
La crisis se ha hecho notar en las variaciones residenciales en la provincia. Desde 1998, cuando empezó a elaborarse esta estadística, hasta 2012, el saldo en Ourense había sido siempre positivo, con un diferencial récord de 1.992 personas en 2009. Entre 2013 y 2015, sin embargo, las bajas han superado con creces a las altas.
