La borrasca Louis derriba puentes y desborda ríos en Ourense

Un vecino de Espadanedo observa el derrumbe, en una infraestructura del siglo XIX que ya presentaba deficiencias.

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Un vecino de Espadanedo observa el derrumbe, en una infraestructura del siglo XIX que ya presentaba deficiencias. Fotos Martiño Pinal
El puente de Xunqueira de Espadanedo se derrumbó y la nieve obligó a restringir el tráfico en la frontera provincial con León

Lluvias, viento y nieve: el paso de la borrasca Louis dejó tras de sí un rastro de incidencias en la provincia de Ourense. El 112 Galicia cifró en 17 las incidencias atendidas el domingo en los 92 concellos ourensanos -entre las 8,00 y las 23,59 horas- en relación con el temporal. Ayer, la nieve volvió a complicar la circulación en las zonas de mayor altitud y la lluvia contribuyó al derrumbe de un puente situado en Xunqueira de Espadanedo.

La infraestructura se desplomó por la mañana sin causar daños personales. Formaba parte de la carretera OU-536 (Ourense-Trives), de titularidad autonómica. Precisamente, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade había cortado el tráfico antes del fin de semana al detectar daños estructurales en el viaducto, que data del siglo XIX. “Adaptouse a decisión de pechar totalmente ao tráfico a ponte para evitar riscos xa o pasado venres”, detallaban fuentes autonómicas.

El puente sufría un deterioro significativo desde hacía meses. Las obras que se llevaban a cabo iban encaminadas al refuerzo de uno de los estribos: la Axencia Galega de Infraestruturas había detectado movimientos en la estructura. Las intensas lluvias del fin de semana podrían haber precarizado aún más la integridad del viaducto, que acabó derrumbándose.

“Ese control foi o que permitiu actuar coa previsión suficiente e restrinxir totalmente o tráfico desde o pasado venres”, añaden desde la Xunta. El tráfico está siendo desviado por dos viales (OU-0106 y OU-0153) que suponen un rodeo de unos 5 minutos. Ahora, se trabaja en un procedimiento de emergencia para la reconstrucción del estribo y la estabilización del puente, unas obras que tendrían un plazo estimado de tres meses, “supeditado ás condicións meteorolóxicas”. El puente es estratégico para comunicar la ciudad con el norte de la provincia, en cuyas comarcas -Trives y Caldelas- residen alrededor de 6.600 personas.

Nevadas

Las precipitaciones cayeron en forma de nieve sobre las áreas montañosas de la provincia. Es el caso del Macizo Central, en cuyas cumbres llegó a nevar ayer más de 10 horas, según la información publicada por Meteogalicia. Tampoco se libraron de los copos zonas como la Serra do Laboreiro, el Xurés, la Serra do Larouco y la montaña oriental, aunque el manto blanco no permaneció en todas ellas.

En la Serra do Eixo y los Montes de Trevinca la nieve castigó la movilidad. La Dirección General de Tráfico prohibió el tráfico de camiones y autobuses en la carretera LE-126  de Fonte da Cova (Carballeda) a La Baña, justo en la frontera entre Valdeorras y la provincia de León. En este tramo era obligatorio circular con cadenas o neumáticos de invierno. Esta incidencia se suma a las intervenciones del viernes, cuando la Guardia Civil rescató un vehículo atrapado en Manzaneda, o del sábado, cuando más de una treintena de coches quedaron atrapados en la frontera entre Muíños y Portugal.

La A-52 no presentó las mismas dificultades que la A-6 en la frontera autonómica. Al cierre de esta edición, los Ancares y la Serra do Courel permanecían bajo la influencia de las nevadas, por lo que la DGT aconsejaba circular con precaución en el entorno de Pedrafita do Cebreiro.

En Galicia

La fuerza del viento fue menor ayer, aunque se llegaron a registrar rachas de 105 kilómetros por hora en Cabeza de Manzaneda. El ímpetu del aire afectó, sobre todo, al resto de Galicia. La comunidad quedó salpicada por incidencias como caídas de árboles, desprendimientos de fachadas y toldos y tejados arrancados. Uno de los concellos más castigados fue el de Culleredo (A Coruña), donde se tuvieron que atender numerosos avisos de este tipo.

Uno de los mencionados desprendimientos afectó a la línea ferroviaria A Coruña-Betanzos, que quedó interrumpida temporalmente. Los ramalazos de viento condicionaron la circulación en la carretera A-8 a lo largo de 16 kilómetros. Además, obligaron a desviar dos vuelos que tenían previsto llegar al aeopuerto de Alvedro, en la ciudad herculina. Finalmente, tomaron tierra en Lavacolla (Santiago de Compostela).n

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