Cualquier ciudad, también Ourense, es un organismo vivo, en continuo movimiento y compuesto por sus miles y miles de habitantes, que aumentan o disminuyen en un eterno devenir, como células de un animal, y con ello respira a la ciudad misma y da muestras de su salud o enfermedad.
De la ciudad se pueden analizar muchos aspectos, como la distribución de la renta por habitante, pero también algo tan sencillo como la evolución del número de censados.
Y un buen síntoma de la salud de una urbe es la constatación de que esta experimente un crecimiento sostenible. ¿Crece Ourense? ¿Hacia dónde? ¿Se intensifica la concentración de habitantes en su centro o, por el contrario, la población se dispersa hacia sus límites? El buscador bajo estas líneas permite responder estas preguntas, y a muchas más que se plantee el lector de La Región.
Oira, Reza, el Centro, Rairo... La evolución de todos los barrios, y sus respectivas calles, puede ser explorada gracias al gráfico bajo estas líneas.
