Cáritas apuesta por las segundas oportunidades en Ourense

Estas navidades, Cáritas invita a que los ourensanos regalen segundas oportunidades. Primero, dando una segunda vida a una amplia variedad de objetos que se ofertarán en su mercadillo navideño, situado en la Plaza 1.000, en el barrio de O Vinteún. Segundo, porque las personas que atenderán ese mercadillo, y orientarán a sus visitantes sobre los precios, tallas o modelos disponibles son estudiantes del programa de inserción laboral que imparte la oenegé. Y en tercer lugar, para financiar una segunda oportunidad a través de la formación que ese programa da a varias personas recién llegadas a la provincia, o que se encuentran en riesgo de exclusión, y que aprenden un oficio por mediación de Cáritas. Todo lo recaudado en ese mercadillo navideño se destinará a la formación de estos estudiantes.

“Esta tienda quiere funcionar como un tercer módulo de nuestro programa de empleo”, explicaba la presidenta de Cáritas, María Tabarés. “De lo que se trata es pedir la colaboración de la sociedad ourensana en dos ámbitos: que nos den aquellas cosas que llevan mucho tiempo en casa, y después que vengan a comprar. Los beneficios que se obtengan de las ventas financiarán el programa de empleo, y así podremos pagar la formación de esa gente”. Otra de las aportaciones que podrán hacer los visitantes es “darnos feedback, que expliquen cómo se sienten atendidos. Así todos colaboramos en el fomento del empleo”.

“Los beneficios que se obtengan de las ventas financiarán el programa de empleo”, comentaba María Tabarés

En calidad de proyecto piloto, dos de los alumnos estarán en la tienda en horario de mañana y otros dos en horario de tarde. La apertura correspondía a María Quintero y José Urdaneta, quien contaba que “en el tiempo que estuve acá, he aprendido mucho sobre cómo trabajar con ropa: valorar su estado, doblarla correctamente, perchearla, clasificarla… es una formación muy buena”. Urdaneta entró en el programa de empleo poco después de llegar a Ourense procedente de Venezuela, y considera que “a largo plazo, en otros emprendimientos, me puede servir. Ahora me estoy formando, y me gustaría seguir en un empleo semejante a este” .

Menos usuarios

Otro de los frentes donde trabaja Cáritas estos días es su comedor social, pendiente de organizar los menús especiales para Navidad, Fin de Año y Reyes. Su responsable, Ana Vázquez, comentaba que “desde la vendimia hay siempre un descenso de usuarios debido a los contratos temporales. Lo consideramos una disminución propia de las fiestas, y el histórico nos dice que en enero el número de personas que vienen repunta”. Según los cálculos de Vázquez “estaremos ahora entre los 300 - 350 menús diarios, contando tanto quienes vienen como los que se pasan a recoger la comida. Cerramos 2023 con una media de 580 raciones diarias”. Ahora esperan el cierre de las campañas navideñas para comprobar su disponibilidad de recursos.