La provincia de Ourense cerró 2022 con la cifra mínima de autónomos de su historia y fue la cuarta provincia española en la que mayor reducción de los trabajadores por cuenta propia se registró. La provincia acabó el año pasado por debajo de la barrera de 23.000 autónomos, con un total de 22.753. Esta cifra supone una caída de 457 efectivos respecto al cierre del año anterior, y una reducción porcentual del 2%. Esta caída coloca a Ourense como la quinta provincia con la mayor caída de empleo autónomo, por detrás de Lugo (-2,3%), Palencia y Teruel (-2,2%) y León (-2,1%).
Ante estos datos, la Federación de Autónomos de Galicia calificó de “pésimo” el año 2022 para el sector, con una pérdida de 1.204 efectivos en 12 meses a nivel nacional, hasta cerrar a 31 de diciembre con 3.324.048 personas dadas de alta en este régimen. “Son los peores datos desde la crisis financiera”, recalcan en la federación gallega, contrastando esta caída con 2020 y 2021, cuando hubo una ganancia neta de autónomos pese a estar inmersos en plena pandemia.
“El segundo semestre del año ha sido trágico para el autoempleo en España”, aseguran los autónomos gallegos, que destacan al comercio como principal sangría en el número de afiliados: “Sigue su agonía camino de la desaparición”. Tras esta rama de actividad, lideran la pérdida de efectivos la hostelería, la agricultura y la industria manufacturera. Por el contrario, aumenta la afiliación en la construcción, actividades profesionales y científicas, actividades socio sanitarias y arte y entretenimiento.
Por provincias
En Galicia, en 2.022 se perdieron 584 afiliados al régimen de autónomos, alcanzando el mínimo de la serie histórica tanto el conjunto de la comunidad como en Ourense. A Coruña sigue a la cabeza, con 84.132 al finalizar el año, seguida de Pontevedra, con 67.263; continúa Lugo, con 32.073 y cierra Ourense, ya muy por debajo de los 23.000. “En resumen, cada día de 2022, Galicia ha perdido más de siete autónomos, es algo triste y trágico”, añaden en la federación, que advierte de la “progresiva desaparición del autoempleo” en Galicia, en paralelo al declive demográfico. “O la clase política deja de mirarse en el ombligo del cortoplacismo electoral, o más pronto que tarde, el autoempleo pasará a ser estudiado, no en las facultades de economía o empresa, sino en las de historia”, apunta.
