El cine Xesteira, un coliseo de película en Ourense

Película “La conexión Alexandra” y anuncio de “La vuelta del ruiseñor” en el cine Xesteira
photo_camera Película “La conexión Alexandra” y anuncio de “La vuelta del ruiseñor” en el cine Xesteira
La Región repasa la historia del mítico cine Xesteira de Ourense, ahora que se aproxima el triste final de la película

"Se inaugura hoy en la ciudad el Coliseo Xesteira, cuyo propietario no ha regateado esfuerzo alguno para ponerse a tono con el nivel de vida de los grandes centros europeos”. Así anunciaba La Región en su sección dedicada al cine, titulada “La pantalla”, la inauguración de un nuevo local en la ciudad el día 4 de enero de 1941, con la proyección de la producción italo-española “Marido provisional”.

El nuevo cine, que utilizaba el pomposo apelativo de Coliseo, estaba situado en la calle Capitán Eloy (hoy Concordia) y era propiedad del señor Xesteira, un empresario poco conocido y soltero del que desconozco de dónde le vino la idea de montar un cine. Contaba con 137 butacas tapizadas de rojo, tocador de señoras, sistema moderno de calefacción, una embocadura del escenario que, según la crónica de La Región, “se sale de lo normal por sus proporciones, rivalizando con las mejores del mundo”. Contaba también con un amplio vestíbulo con bar incluido y muchas fotos de artistas en las paredes. El local disponía de un palco reservado al gobernador, en esos años Muñoz Calero, y no comenzaba la proyección hasta que él llegaba.

Un edificio para ser mirado

El proyecto del edificio de tres plantas estaba firmado por el arquitecto Mariano Rodríguez Sanz, quien seguiría las normas marcadas por los llamados “palacios cinematográficos” de Nueva York desde 1913. Según éstas, el edificio debería estar situado en un lugar céntrico de la ciudad, con ornamentación tirando a lujosa, propia del decó y el modernismo, y atrayendo la atención del “paseante”. El nuevo cine ourensano competiría con el Losada, el Principal y el Parque Buenos Aires, este último con pantalla al aire libre. Cinco años después se inagurarían el Mary (1946) y el Avenida (1948). De este ultimo se conserva el edificio y el interior, aunque en estado ruinoso.

Durante más de cuarenta años, el nuevo cine se convertiría en el más moderno y de más actualidad, de la mano de la gran empresa cinematográfica gallega Fraga, que tenía alquilada la sala a los herederos del señor Xesteira por 260.000 pesetas. Allí se proyectó la primera película filmada en color, “Las cuatro plumas”; el primer cinemascope, con “El príncipe Valiente”; la primera proyección del sistema Todao, en “La gran muralla”, y el primer “sensorround”, con la película “Terremoto”. Eran frecuentes las “sesión continua” en las que se proyectaban dos películas sin interrupción durante toda la tarde. Varios niños ourensanos hicieron sus pinitos teatrales en el Xesteira, actuando en funciones infantiles y benéficas, y se celebraron juegos florales e incluso sesiones de boxeo.

Un final poco feliz

La última sesión del Xesteira, celebrada el 31 de diciembre del año 2000 con la película “Los ángeles de Charlie”, contó con poco público. La última entrada para la sesión se la vendió a sí misma la última taquillera, Asunción Soto. El cierre no fue bien recibido por los ourensanos, que se organizaron para evitar la destrucción del edificio. La empresa Fraga decidía el cierre por falta de rentabilidad y los herederos del señor Xesteira acordaban la venta a un grupo de pequeños empresarios quienes, ante la exigencia de su conservación impuesta por el Ayuntamiento, proyectaron la creación de lo que llamaron “Centro de ocio y cultura”, que por las noches funcionaría como discoteca. A esto último se oponían también los vecinos de la calle, aunque sin éxito. La experiencia duro pocos años y el Xesteira se convirtió en restaurante chino hasta su cierre definitivo.

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