El concejal de Urbanismo, Francisco Lorenzo: “Se fue del sitio picando rueda”

El pasado jueves, 18 de julio, en torno a las nueve y cuarto de la noche, un BMW serie 1 gris se estrellaba contra las vallas de seguridad del IES Eduardo Blanco Amor, llevándose por delante parte de la barrera protectora, y dándose después a la fuga, arrastrando en su huida un trozo del mobiliario urbano. Un testigo del accidente anotó la matrícula y se la facilitó a los agentes de policía que acudieron al lugar del siniestro, lo que les permitió localizar el coche, y determinar que estaba a nombre de Francisco Lorenzo, concejal de DO en Ourense y responsable de Urbanismo.

Así quedó el coche tras el golpe, según las imágenes obtenidas en exclusiva por La Región:

Según relataba ayer un testigo, que trabaja en un taller próximo a la zona de impacto: “El tío cogió la curva y se fue contra las vallas, así sin más. Era un BMW serie 1 de color gris. Yo me quedé atontado por lo que pasaba”, aseguraba. Aunque en un primer momento se pensaba que había entrado en la curva de la rotonda desde la avenida de Marín a gran velocidad, el testigo lo desmiente: “No iba despacio, pero tampoco es que fuera muy rápido, nada fuera de lo normal”. Tras el impacto, que destrozó parte de una jardinera y dañó el tronco de un árbol, “ni salió del coche”. “Dio marcha atrás, sacó el coche de las vallas y arrancó picando rueda para desengancharlo”, asegura el trabajador del taller que vio el accidente. En su fuga, “se vio que había cosas rotas y arrastraba plásticos. El coche iba medio destrozado”, relata. “Yo pensé que iba a parar el coche -prosigue el relato-, pues el tío consiguió, no sé cómo, seguir”. Además de partes dañadas del coche, el conductor se llevó debajo un trozo de la valla metálica, que aún permanecía enganchado a los bajos del BMW cuando se pudo fotografiar el vehículo en la calle José Antonio Moretón Alonso, aproximadamente a medio kilómetro del lugar del accidente, aparcado delante de un garaje con línea amarilla pintada tras recorrer parte de la calle Vicente Risco.

Al no bajarse en ningún momento el ocupante del coche, al testigo no le fue posible identificarlo. “No le vi la cara porque el coche llevaba las lunas un poco tintadas, y no se podía distinguir si era hombre o mujer, si era joven o mayor, si se le fue el coche o iba drogado”, asegura el trabajador del taller. “Lo que no me parece normal es que después no parara”, sentencia. Los agentes de policía han abierto un atestado, e investigan las causas del accidente.

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) afirman que el accidente no consta en sus registros, algo habitual, ya que las autoridades solo están obligadas a informar en caso de que se hayan producido daños personales. Al darse el coche a la fuga, no se prestaron primeros auxilios a su ocupante.

El accidente tendrá también su vertiente política. El BNG anunciaba ayer que pedirá a la Policía Local el atestado para tener más datos, y saber cómo proceder a continuación.