El comercio local de Ourense se suma al Black Friday para salvar “un mes pésimo”

Black Friday en Ourense

Fotos Martiño Pinal
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Los comercios de Ourense se ven obligados a ampliar días de descuentos y plazos de devolución de productos por culpa de las grandes marcas

El comercio local ourensano se ve obligado a participar en el Black Friday para salvar un mes “pésimo” en ventas. Si la incorporación de esta fecha supuso hace años un duro golpe para los pequeños empresarios, obligados a seguir la senda de descuentos marcado por las grandes empresas, cada noviembre es más difícil adaptarse. Actualmente, las ofertas ya afectan a casi todos los sectores (automoción, téxtil, mueblerías, decoración, ópticas o joyerías, entre otros) y arrancan en los primeros días del mes. “Además, los plazos de devolución de los productos se extienden hasta después de navidades, porque la gente compra ya los regalos”, señala Luis Rivera, del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. “En esto nos sumamos todos, pero hay sectores como la alimentación o los carburantes que no lo hacen, saben que la gente va a seguir comprándoles igual”, añade. 

Ante este panorama, dibujado por las grandes marcas, al comercio local no le ha quedado otra que, de nuevo, dar el brazo a torcer. “Aunque no quiera, este año he tenido que poner ya los descuentos el martes, porque si no, los clientes no entran. Desde que puse el cartel este martes es otro mundo, ha entrado mucha más gente”, asegura Sandra Merens, de la zapatería Pasiños. 

En esta línea, los pequeños empresarios hablan del cambio en el patrón de consumo en la clientela. “Este mes ya se notó que la gente estaba esperando al Black Friday, dejó de consumir estas semanas hasta que aparecieron las ofertas de las grandes marcas”, explica Luz Soto, de World Zapas. “Está siendo un mes especialmente catastrófico”, apunta Merens. “Polo de agora están sendo semanas moi paradas, haberá que ver o propio venres se a xente se anima”, señala Rosa María Costa, de la tienda de ropa Azahara. “No hay nadie”, sentencia Rivera.

Descuentos inasumibles

Las multinacionales cuelgan carteles de descuentos cada vez más altos (hasta el 80% por producto), lo que acostumbra a la clientela a unos precios muy reducidos. “A nuestros productos no le podemos hacer tanta rebaja. Los grandes pueden hinchar precios y luego reducirlos mucho en el Black Friday, pero nosotros no hacemos eso, tenemos precios asequibles todo el año”, recalca Soto. Luis Rivera y Sandra Merens coinciden en la dificultad del pequeño comercio de lanzar grandes ofertas, ya que los márgenes de beneficios ya están “muy ajustados”. “Las grandes marcas ponen descuentos de hasta un 80%, pero para nosotros eso es inasumible, impensable”, señala Rivera. “Con esos precios se están cargando el comercio local porque tú tienes que seguir pagando tus facturas, ganes lo que ganes”, apunta Merens. De hecho, en el ámbito local, las rebajas de productos no suelen superar el 30%.

Olga Kozenkova, de la tienda Matryoshka, ubicada en el casco histórico, explica que mucha gente ni siquiera llega a su tienda el viernes. “Todos van a la zona del centro de las grandes marcas porque son las que más ofertas hacen, el resto de la ciudad se vacía. La verdad, para nosotros el Black no es ninguna ganga”, reconoce.

La campaña de invierno

La ampliación del Black Friday a casi todo el mes de noviembre, sumado a la extensión de los plazos de devolución de los productos, provoca que se reduzcan notablemente las compras de Navidad en diciembre e, incluso, las ventas de las rebajas de enero. “Lo que están consiguiendo es que la campaña de invierno sea un fracaso total. Antes las zapaterías empezábamos las rebajas a mediados de enero, pero ahora hay algún cliente que ya está preguntando cuándo empezamos las rebajas”, comenta Merens. “Aquí ya vemos mucha gente que compra en el Black los regalos para las fiestas, sobre todo en zapatillas de casa”, dice Luz Soto. 

Merens pone sobre la mesa la necesidad de regularizar las campañas de descuentos, una demanda recurrente por parte del comercio local. “No podemos competir contra los más grandes, que pueden poner rebajas en cualquier momento”, asegura.

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