La discreción volvió a ser la nota dominante de la segunda reunión que mantuvieron los redactores del nuevo Plan Xeral de Urbanismo de Ourense con representantes de los grupos municipales. Si en el primer encuentro, hace dos semanas, se abordaron las previsiones de futuro y crecimiento urbanístico de la ciudad, en el de ayer fueron los objetivos del documento los que se analizaron.
Así, los concejales conocieron cuáles son los objetivos que marcan los criterios que sustentan el futuro planeamiento, además de las infraestructuras que se proyectan. A pesar de que no han trascendido detalles al respecto, el anteproyecto que en su día presentó el Concello se recogían algunas ya largamente demandadas, como la Ronda Bulevar o la Variante Norte, pero también propuestas de otras nuevas, como un puente sobre el Miño. La sostenibilidad medioambiental y la recuperación del Casco Histórico son otras de las apuestas de este documento urbanístico.
En la reunión de ayer, los redactores explicaron también a los ediles el marco legal por el que se rige el documento y que varió en los últimos años. Los encuentros proseguirán con nuevas citas las próximas semanas.
INFORME DE LA XUNTA
El nuevo Plan Xeral de la ciudad está envuelto de una gran confidencialidad y pocos detalles han trascendido del documento, que se encuentra a la espera de un informe de la Secretaría Xeral de Urbanismo de la Xunta de Galicia que, aunque no es vinculante, sí será tenido en cuenta pues es la Administración autonómica la que tiene la potestad de aprobar definitivamente el Plan. La vigencia del documento será de 16 años desde su aprobación definitiva, en 2015, prorrogables ocho más.
En la reunión de ayer, los redactores explicaron también a los ediles el marco legal por el que se rige el documento y que varió en los últimos años. Los encuentros proseguirán con nuevas citas las próximas semanas.
INFORME DE LA XUNTA
El nuevo Plan Xeral de la ciudad está envuelto de una gran confidencialidad y pocos detalles han trascendido del documento, que se encuentra a la espera de un informe de la Secretaría Xeral de Urbanismo de la Xunta de Galicia que, aunque no es vinculante, sí será tenido en cuenta pues es la Administración autonómica la que tiene la potestad de aprobar definitivamente el Plan. La vigencia del documento será de 16 años desde su aprobación definitiva, en 2015, prorrogables ocho más.
