El Concello ahoga el enésimo programa cultural en Ourense: la MOTI

Asistentes a una función en la pasada edición de la MOTI, en la ciudad.
photo_camera Asistentes a una función en la pasada edición de la MOTI, en la ciudad.
No habrá teatro infantil por primera vez en 18 años: el gobierno local sentencia otro evento histórico

El Concello de Ourense no cesa en sus planes de abandono cultural. El gobierno local liderado por Gonzalo Pérez Jácome ha prescindido en los últimos tiempos de una veintena de eventos (festivales, jornadas de teatro, programaciones estables…) y la Concejalía de Cultura ya ni siquiera existe, porque ha mutado en un área de Artes e Festexos coordinada por el propio alcalde. La última víctima de esta política de cancelaciones culturales es la Mostra de Teatro Infantil de Ourense (MOTI): no habrá vigésimo novena edición en Navidad, después de 18 años de historia y más de 60.000 espectadores. Fernando Dacosta, el coordinador, asegura que “non pode realizarse por falta de apoios”.

El mayor promotor era el Concello, que hace dos años decidió retirar su ayuda con la excusa de que “no tiene público”, a pesar de que las cifras justificadas por los organizadores de la MOTI prueban lo contrario. La subsistencia de la muestra, igual que ocurre con otros eventos de los que prescinde el Concello, se reducía ahora a otros apoyos de entidades que no tienen entre sus cometidos subvencionar estas actividades: la UVigo era ahora el promotor principal y la MOTI se llegó a celebrar el año pasado gracias a ella, pero en 2022 han decidido “reorientar a actividade cultural”, tal y como aseguran desde la universidad.

"Tristura e rebeldía"

“No ter MOTI aféctanos, é parte do noso soño teatral e de cidade e aféctanos máis polos miles de nenos que nos acompañaron tantos anos”, señala el coordinador de la muestra. En 18 años programaron 250 espectáculos de toda España, Portugal, Argentina, Canadá o Francia. “En cada edición esgotábanse localidades en máis da metade das funcións, acadándose sobradamente os 60.000 espectadores”, recuerdan. “Hai tristura e rebeldía por mentiras que se verqueron desde o actual goberno municipal, ao que cómpre felicitar polo labor de demolición que segue a levar a cabo”, ironiza Dacosta.

Desde la MOTI, sin apoyos, no cierran la puerta a ediciones futuras. “Mantemos o espírito da MOTI vivo e se hai algún cambio favorable voltaremos coa vixésimo novena edición”. El festival FITO y la MITEU, que también organizan desde Sarabela Teatro, no corren peligro. Aunque el Concello tampoco los apoya desde hace años. 

La UVigo justifica la falta de apoyo en 2022 a la MOTI en la “reorientación da actividade cultural”, “que se realiza en e desde o Campus”. Desde la institución académica explican que la universidad “ten uns recursos económicos limitados cuxa xestión intentamos optimizar do mellor xeito posible”. La actividad cultural futura irá más ligada a la comunidad universitaria. Con todo, subrayan que la UVigo “ten unha longa tradición de apoio do teatro do que nos sentimos moi orgullosos” y esperan seguir contribuyendo a su desarrollo “na medida das nosas posibilidades”. De hecho, la semana que viene se iniciarán en el Campus de As Lagoas las aulas de teatro universitarias.

El Concello de Ourense entierra otro evento consolidado en la ciudad. Uno más para la lista negra cultural que condena a los ourensanos sin actividades.

Una veintena de perjudicados

No es la primera vez que entidades públicas o privadas salen al rescate de eventos culturales con historia y recorrido en la ciudad a los que el Concello de Ourense abandonó a su suerte. La MOTI, desamparada por Jácome, encontró apoyo en la UVigo, que ya colaboraba antes, aunque no como promotor principal. En 2018 ocurrió lo mismo con el Ourense Film Festival: la Diputación de Ourense dio un lavado de cara al festival y lo rescató tras el desentendimiento del Concello que, a pesar de ser el festival de cine de Galicia y celebrarse en la ciudad, optó por ser un mero colaborador que cedió algún espacio para actividades. El Pórtico do Paraíso, con 12 años de historia en la ciudad, se celebra ahora en la Ribeira Sacra tras la retirada del apoyo del Concello, que lo llamó “elitista” a pesar de que las entradas eran gratis. La Diputación es ahora el promotor principal.

A esta lista negra cultural hay que añadir la desaparición del Outono Fotográfico por la dejadez del Concello, tras 35 años de historia. En el ámbito teatral, Jácome también retiró los apoyos a otras muestras con décadas de historia: FITO y MITEU. La Universidad Popular, con 111 años de historia, también desapareció gracias a la política cultural del Concello, que tildó de “cursillos” estas actividades que favorecían el acceso igualitario a la formación.

También le cuesta resistir al Cineclube Padre Feijóo, que no recibe apoyos del Concello y que llegó a cancelar las subvenciones que hacían para cine de verano. Corpo a Terra, conocido festival de danza que se celebró durante diez años en Ourense, se vio sin apoyos y buscó otros emplazamientos. Tampoco obtuvieron respuesta del Concello los organizadores del festival de jazz del Café Latino. Este año no pudo celebrarse el tradicional concierto al aire libre de esta programación por falta de ayuda municipal. La Banda de Música municipal, con 130 años, tampoco está ni se le espera por la falta de interés del Concello. 

A todos estos eventos cancelados hay que añadir otros movimientos en la política cultural del Concello: el Museo Municipal es el único cerrado de Galicia, mientras que también ha desaparecido la programación infantil de los domingos en el Auditorio. Este año también se despedían para siempre los premios literarios Vicente Risco y Cidade de Ourense. El alcalde consideró que no generaban ventas y que se premiaba a “gente de fuera”. 

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