El juez avala un ascensor exterior en A Cuña que el Concello no quiso autorizar

Más de una veintena de vecinos del edificio de la rúa Vasco Díaz Tanco 13, en A Cuña, respiran aliviados al conocer que por fin podrán contar con un ascensor que resuelva los problemas de movilidad que sufren la gran mayoría de propietarios, de avanzada edad (la media ronda los 70 años) y con muchos problemas para entrar y salir de sus pisos.

El magistrado del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Ourense, Francisco de Cominges, acaba de condenar al Concello a autorizar la instalación del ascensor en la fachada exterior, algo a lo que la administración local se negaba en rotundo, alegando que era posible ejecutarlo en el interior.

"Es cierto que como afirmó el arquitecto municipal es posible hacerlo atravesando las viviendas, pero la complejidad, entidad y coste de la obra resultan desproporcionadas", sostiene el juez.

La tesis del Concello se sostenía también en la afección al interés público, "pero no ha aportado ninguna prueba útil para demostrar podría afectar de manera", dado que el ascensor se ubicará en un pequeño espacio público interior, no en plena acera

Por toda la controversia, De Cominges reprocha también al Concello su "dejación de funciones, ya que se constata que tras surgir una discrepancia, en lugar de resolverla, se limitó a paralizar sin más el procedimiento, sin asumir sus responsabilidades".

Al ser la sentencia ya firme, al no presentarse ningún recurso, la comunidad de propietarios tiene ahora diez días para presentar un reformado del proyecto con las correciones indicadas por el perito judicial para favorecer la movilidad de personas y vehículos. El Concello deberá resolver el expediente en un máximo de tres meses.

Una sentencia "pionera", destaca el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, calificativo que comparte el abogado de los vecinos, Luis Fernández, que destaca que "sienta un precedente" y subraya los beneficios que supondrá el ascensor, al igual que la presidenta de la comunidad de propietarios, Milagros Iglesias, que lleva peleando más de diez años por esto.

"Tenemos todo listo, mucha gente mayor se tuvo que ir porque no daba subido y no podía salir de casa, otros están con familiares, esperando el ascensor para poder volver a su piso. Hubiera hablado hasta con el rey", asegura.