Solo siete concellos ourensanos tienen más población que en el 2001

Si en el global de la provincia, los números apuntan una tendencia negativa cuya reversión parece difícil, bajando al nivel municipal los casos sangrantes quedan todavía más en evidencia cumplidas dos décadas del siglo XXI. Solo siete concellos pueden presumir de tener inscritos en sus padrones a más vecinos que los que figuraban en el registro de 2001. Ese crecimiento se nota especialmente en el área metropolitana de Ourense, en la que los ayuntamientos de Barbadás, San Cibrao das Viñas y Pereiro de Aguiar han sabido exprimir sus fortalezas para conseguir que centenares de personas fijen allí sus residencias. El incremento más espectacular es el de Barbadás, que en dos décadas ha conseguido pasar de contar con 6.712 habitantes a anotar 11.158, una cifra que según repite siempre el alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, es incluso inferior a la población real. La variación en Barbadás supera el 66%, claramente por encima del 48% de aumento que presenta San Cibrao das Viñas, claramente consolidado por encima de los 5.000 vecinos (tiene 5.395) tras partir en el inicio de siglo de 3.634. Completa el podio provincial Pereiro de Aguiar, que registra un incremento del 24%. El resto de municipios ourensanos que tienen más vecinos ahora que en 2001 son Allariz, Carballiño, O Barco y Verín, lo que demuestra que las cabeceras de comarca ejercen un papel de atracción para las localidades del entorno. No parece que la evolución sea tan positiva en la ciudad de Ourense, que sufre un goteo en forma de pérdida de vecinos empadronados y que ve como queda lejano aquel registro de 2001 que fijó el padrón en 109.051 personas. La tendencia ascendente que había en aquel momento fue torciéndose y ahora ya va camino de los 105.000 habitantes. En el extremo opuesto están 42 ayuntamientos ourensanos en los que la pérdida de población supera el 30%, con casos llamativos como el de San Xoán de Río, que ha pasado de tener 1.000 vecinos a quedarse en la mitad, una evolución que de seguir así supondría su extinción en la década de los 40 del presente siglo. El declive demográfico se explica, entre otras cosas, por el número de concellos en la provincia con menos de un millar de vecinos, que en dos décadas se han triplicado pasando de nueve a 27. Cuatro –Pontedeva, Chandrexa de Queixa, Beade y A Teixeira– ya cuentan con menos de 500 habitantes.