El proceso judicial por un presunto desvío de fondos europeos para un taller artesano y una planta de biomasa en Arnoia continúo ayer. La promotora del primero y los constructores de la segunda afirmaron que las obras fueron ejecutadas.
El Juzgado mixto de Ribadavia acogió en la mañana la declaración de una persona imputada y dos testigos en el proceso que se sigue contra Rogelio Martínez, ex alcalde de Arnoia y actual delegado territorial de la Xunta en Ourense, por irregularidades en la gestión de fondos europeos -un presunto delito de falsedad, fraude y malversación de fondos-.
En primer lugar, declaró Carmen Gallego Nespereira, promotora en 2001 de una empresa de artesanía denominada Armiño, que, según la denuncia presentada por el BNG de Arnoia, sirvió para justificar la dotación de una maquinaria que, tal como sentenció la Audiencia Nacional, nunca existió. La mujer, integrante en Armiño con un grupo de seis artesanos, aseguró que las máquinas sí habían sido instaladas en aquella fecha.
El representante jurídico de la Asociación para o Progreso do Ribeiro -personada reciente mente en el casoapuntó que ningún dos artesáns estaba dado de alta na Seguridade Social, e polo tanto non podían constituir unha empresa.
Facturas
También acudieron al Juzgado como testigos Gumersindo Álvarez Martínez, primo de Rogelio Martínez y representante de la firma Proyectos y Construcciones Covelo SL; y José Luis Diéguez Vázquez, de Agrícola Ourensana SL. El primero es encargado de la constructora de la planta de biomasa, y presentó facturas de las obras, si bien el abogado del BNG, José Luis Brea, advirtió que non estaban detalladas, co agravante de que o declarante non recoñeceu a súa firma e a Audiencia Nacional determinou que a construcción dun galpón xa era antiga.
Por su parte, José Luis Diéguez manifestó en su declaración que había aportado la maquinaria necesaria para la realización de desmontes y desbroces, apoyándose en una factura de 7,4 millo nes de pesetas (44.400 euros en la actualidad).
Los abogados de la acusación solicitarán nuevas diligencias de investigación en el caso, en el que Rogelio Martínez está imputado por un presunto delito de falsedad, fraude y malversación de 50.000 euros procedentes de fondos europeos. El ex alcalde de Arnoia era responsable del consorcio Aceivam, que gestionaba el dinero, y de ACTUAR, sociedad que recibía las cantidades y en la que el 51% era de titularidad municipal.
En primer lugar, declaró Carmen Gallego Nespereira, promotora en 2001 de una empresa de artesanía denominada Armiño, que, según la denuncia presentada por el BNG de Arnoia, sirvió para justificar la dotación de una maquinaria que, tal como sentenció la Audiencia Nacional, nunca existió. La mujer, integrante en Armiño con un grupo de seis artesanos, aseguró que las máquinas sí habían sido instaladas en aquella fecha.
El representante jurídico de la Asociación para o Progreso do Ribeiro -personada reciente mente en el casoapuntó que ningún dos artesáns estaba dado de alta na Seguridade Social, e polo tanto non podían constituir unha empresa.
Facturas
También acudieron al Juzgado como testigos Gumersindo Álvarez Martínez, primo de Rogelio Martínez y representante de la firma Proyectos y Construcciones Covelo SL; y José Luis Diéguez Vázquez, de Agrícola Ourensana SL. El primero es encargado de la constructora de la planta de biomasa, y presentó facturas de las obras, si bien el abogado del BNG, José Luis Brea, advirtió que non estaban detalladas, co agravante de que o declarante non recoñeceu a súa firma e a Audiencia Nacional determinou que a construcción dun galpón xa era antiga.
Por su parte, José Luis Diéguez manifestó en su declaración que había aportado la maquinaria necesaria para la realización de desmontes y desbroces, apoyándose en una factura de 7,4 millo nes de pesetas (44.400 euros en la actualidad).
Los abogados de la acusación solicitarán nuevas diligencias de investigación en el caso, en el que Rogelio Martínez está imputado por un presunto delito de falsedad, fraude y malversación de 50.000 euros procedentes de fondos europeos. El ex alcalde de Arnoia era responsable del consorcio Aceivam, que gestionaba el dinero, y de ACTUAR, sociedad que recibía las cantidades y en la que el 51% era de titularidad municipal.
