Mientras el país lucha contra una batalla sanitaria sin precedentes y convierte la salud en su prioridad, muchos son los trabajadores y empresarios que miran con intranquilidad la situación económica derivada de la crisis del coronavirus. En juego, la estabilidad de un sistema que ya está tomando medidas para atenuar el golpe. Y las dudas de todos están sobre la mesa. En ese escenario, el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, se convirtió en el protagonista de una nueva edición del Foro La Región, moderado por el periodista Antonio Nespereira. De forma virtual, Conde se encargó de despejar las incógnitas que le trasladaron los lectores del diario, de laregion.es y los telespectadores de Telemiño, para arrojar luz sobre un panorama que cambia día a día.
Comenzó su intervención con una valoración global de la situación para hablar de presente y de futuro, no sin antes acordarse de las víctimas del coronavirus, de sus familias y de los trabajadores que continúan en sus actividades "esenciales". "La globalización tiene ventajas e inconvenientes y lo estamos viendo. Se está poniendo a prueba el estado del bienestar y la respuesta debe ser conjunta"., destacó Conde.
A partir de ahí, el conselleiro respondió a una serie de preguntas que abarcaron diferentes ámbitos y agentes económicos.
¿Está poniendo a prueba este virus a la Administración autonómica?
Es un reto para la Administración autonómica. La clave fue la anticipación. El presidente Feijóo constituyó un Centro de Coordinación Operativa antes incluso de que el Gobierno central decretase el estado de alarma. Ahora prima la Consellería de Sanidad, pero también están detrás otros sectores. Se precisa una coordinación de todos, efectiva. Estamos demostrando que la Administración gallega está a la altura.
¿La cifras del desempleo mostrarán la situación actual real?
Lamentablemente hoy tendremos una mala cifra de paro en Galicia y en España. Las cifras van a reflejar un impacto en el sistema económico. Habrá que ponderar también con los numerosos ERTE, de empresas que confían en continuar con su actividad. Hay 25.000 expedientes que afectan a 150.000 trabajadores en Galicia. Hay una visión clara de un tejido productivo que quiere hacer frente a esta crisis sanitaria y económica. Debemos acompañarles con medidas a través de las administraciones. Habrá que hacer un análisis de como ese paro registrado afecta a la economía gallega.
La crisis se ha cebado con el pequeño comercio. Muchos no podrán abrir cuando todo pase. ¿Hay conciencia? ¿Hay algún plan de choque para evitarlo?
En toda crisis, la prioridad deben ser los más vulnerables. En estos términos, el pequeño comercio y los autónomos. ¿Qué medidas implementar? Estamos implementando prestaciones y apoyos para cubrir las cuotas de la Seguridad Social. Pero ellos necesitan inmediatamente liquidez para pagar y abrir sus negocios. Los autónomos y el pequeño comercio de Galicia pueden acceder a una línea de 250 millones euros con la Xunta asumiendo. En cuanto a las medidas de impulso para reactivar la economía, que no va a pasar de forma inmediata, tendrá que fomentarse la demanda para reactivar el consumo. Estamos trabajando en un plan de acompañamiento. Además de la liquidez, la clave está en incentivar la demanda y el consumo.
¿Se volverá a reanudar la actividad económica el 9 de abril? ¿Era imprescindible el cierre?
Cautela con los plazos. La curva de la epidemia exige ir día a día. La prioridad son las personas y su atención. Cuando nos acerquemos al día 9 de abril, estaremos en condiciones de ver si el confinamiento y el parón económico están dando sus frutos. Ahora es muy prematuro. La prudencia debe marcar las decisiones.
¿La Xunta se plantea pagar las cuotas de autónomos de marzo y abril?
En Galicia vamos a disponer de 100 millones de euros menos tras una decisión del Gobierno central para usurpar el fondo de las comunidades autónomas para aplicar sus políticas de Estado. Esto supone una merma para las autonomías y nos pone mucho más difícil que podamos disponer de medidas para los autónomos en Galicia. La Xunta pondrá a su disposición esa línea directa de préstamos por valor de 250 millones que será avalada por el Ejecutivo autonómico al 75 por ciento del importe. La salida de la crisis pasará por ayudar a las empresas a seguir generando empleo y ayudar a los autónomos.
¿Qué sectores serán los más afectados por la crisis?
De una manera directa o indirecta, todos. Pero mayoritariamente el sector servicios, el turismo y la restauración y hostelería. Estamos trabajando con el clúster del turismo para acompañar al sector a salir de esta crisis. También el comercio sufrirá un impacto importante. Todos los negocios que han cerrado sus puertas tendrán que pelear para poder abrirlas de nuevo. Y ahí tendremos que estar, generando demanda para que puedan retomar su actividad.
¿No sería conveniente simplificar mucho más los trámites de apoyo a las empresas para resolver los problemas?
No tengo dudas que la agilidad en la tramitación es fundamental, la clave de la economía actual. Que la Administración sea facilitadora y no un obstáculo. Los medios telemáticos han permitido agilizar, pero es cierto que hay margen de mejora. Estamos trabajando en evitar trámites innecesarios. En esta crisis, con 25.000 ERTE en Galicia, querría agradecer el trabajo y la colaboración que están desarrollando las gestorías.
¿Una renta mínima universal sería ideal para revitalizar el consumo, tal y como dicen diferentes expertos?
El ciudadano no quiere una renta mínima universal, lo que de verdad quiere es un empleo. Desde la Xunta de Galicia trabajamos para dar la oportunidad conseguir un trabajo digno, que dignifique a la persona y su actividad. Nuestros esfuerzos deben ir destinados a crear oportunidades. No le podemos enviar el mensaje a los jóvenes de que su futuro va a ir ligado a una renta básica universal.
¿Qué papel debe tener la Xunta en la recuperación económica tras la crisis?
De la crisis nos sacará la competitividad de las empresas. Cuando lo sean, abriremos la opción de encontrar empleo y comenzar el camino de la recuperación. En el centro tienen que estar las empresas, los autónomos y las medidas para ser competitivos. La Xunta tiene una corresponsabilidad para generar incentivos de demanda, para que haya una mayor inversión en determinados sectores productivos. Creo que el futuro pasa por el talento, la innovación y la generación de empleo. Ya era una senda en la que estaba transitando Galicia antes de la crisis sanitaria, con una tasa de desempleo de 11,4%.
¿Qué ayudas se van a ofrecer y cuándo llegarán? ¿Cómo cotizarán?
Es muy importante el diálogo y la gestión de la crisis con los colectivos. Tenemos que trabajar conjuntamente para identificar las medidas que generen impacto. Tenemos que dar respuestas que sirvan. El comercio tienen una necesidad clara, la liquidez. Tiene que asumir gastos, pero no tiene ingresos. Hemos aplazado impuestos, los intereses de préstamos y hemos generado liquidez con la línea de financiación que, desde hoy mismo, se puede solicitar un préstamo. Sin intereses. y sin devolver la parte del capital durante el primer año. Tenemos que seguir trabajando en otro tipo de medidas para incentivar la demanda y el consumo, para generar confianza. Trabajaremos para que el comercio en Ourense tenga esa respuesta.
¿El cese de actividad empresarial no esencial debería haber sido diferente en Galicia que, por ejemplo, en Madrid?
Es un debate que está encima de la mesa. España está en una situación de crisis homogénea y las medidas que se están tomando siguen ese camino. Habrá que ver cómo evoluciona el virus y las medidas a tomar. La supresión de la actividad favorece en el control del virus, pero buscando el equilibrio para mantener la economía. Que no se apague, mantenerla en pausa, digamos. Así podrá recuperar el pulso de una forma más rápida. Lo prioritario es la sanidad, pero también mantener una economía al ralentí para tener un futuro más optimista.
¿Está consultando el Gobierno sus medidas con las comunidades autónomas?
España ahora necesita una única solución, que debe estar coordinada por el mando único con una coordinación efectiva con las comunidades. A partir de ahí, hay una serie de medidas fiscales y económicas que, parece razonable, deban ser consensuadas porque cada territorio tiene unas características diferentes. Hay decisiones que nos encontramos en el BOE y no parecen razonables. No es una actitud de colaboración. Espero que la lealtad que la Xunta le traslada al Ejecutivo sea correspondida. Y en ocasiones no está ocurriendo.
Cuál será el escenario a medio plazo del comercio local?
La obsesión es que nadie se quede atrás. Tenemos que articular ayudas para ese pequeño comercio. Tendrá que retomar las palancas de competitividad que le estaba marcado la economía. Un comercio actualizado, vinculado con las nuevas tecnologías. Necesitamos que se adapte a un nuevo contexto, que marca el consumidor y sus hábitos. Y ahí, la clave para el pequeño comercio, es diferenciarse.
¿Será peor esta crisis que la vivida en el 2008? ¿Podrá haber un efecto rebote con una recuperación acelerada?
Todavía resulta complicado saber el impacto económico. Es vital mantener la industria. Que el empleo vinculado a la industria sea al motor de la recuperación económica. Y, a partir de ahí, generar esa confianza para la creación de empleo. Vamos a tener una crisis de demanda, pero hay que evitar que venga acompañada de una crisis de oferta, Desde ese punto de vista, yo tengo optimismo.
¿Quién va a pagar las ayudas, moratorias o subsidios que se están aprobando?
Estamos en un contexto donde la transparencia es muy importante. Lo normal es que los decretos del Gobierno vengan acompañados de una memoria económica. No es el caso. Y sería muy importante conocerlo. Superar esta crisis pasa por planificar y gestionar. No es responsable que el Estado cree medidas con los fondos de otras administraciones.
