La crisis reduce hasta en un 50% la adopción internacional de menores

Son dos de los motivos que explican que las solicitudes de adopción internacional -porque la nacional decayó hace tiempo por la preferencia de los padres adoptantes a acoger niños de corta edad, más fáciles de localizar en terceros países que en España- hayan descendido de forma continuada, -pese a un ligero repunte de cinco expedientes en 2010-, en un 50% desde el año 2006 en Ourense. Mientras que en ese año se habían registrado 56 peticiones, a finales de 2010 esta cifra había caído hasta los 28 expedientes. Aunque esta dinámica fue similar en el conjunto de Galicia, con un descenso medio del 41 por ciento en este período, las cifras totales de solicitudes de las otras provincias gallegas, en todo este tiempo, fueron más altas -también hay más población- que la de Ourense, que anotó 189 peticiones. A Coruña registró, sin embargo, 962 solicitudes, Pontevedra 790 y Lugo contabilizó 255, según los datos que maneja la Consellería de Traballo e Benestar.

También concluyentes son las cifras de trámites formalizados. Sólo los del pasado año dejan entrever que los ourensanos fueron los que menos adoptaron -en procesos internacionales- de Galicia, con 18 expedientes cerrados frente a los 28 de Lugo, los 108 de Pontevedra y los 135 de A Coruña.

Se trata de una realidad que las agencias acreditadas por la Xunta de Galicia para mediar en estos procesos, como Adicop-Piao Galicia, constatan directamente y atribuyen, además de al difícil contexto económico actual, a los tiempos de espera. 'Las parejas que quieren adoptar un niño de hasta tres años son las que más tienen que esperar en la actualidad debido a la alta demanda que hay de estos menores', explica Mamen García, directora de Adicop.

Una realidad, que según Antón Mouriz, presidente de la Asociación Galega de Axuda á Adopción Manaia, 'fai que as familias, máis alá das súas preferencias, se decanten polos países onde os prazos de espera son menores e a facilidade dos trámites maior. Dende hai uns anos, que é máis difícil adoptar en China, as familias optan por Rusia', explica.