Cruz Roja busca familias para acoger a menores de 0 a 3 años en Ourense

Aumentan los bebés con necesidad de asilo: en la provincia no hay un centro específico para ellos

Cruz Roja alerta del aumento de bebés de 0 a 3 años con necesidad de una familia de acogida en la provincia. La entidad, que gestiona el recurso de Acogimiento Familiar de la Xunta en toda Galicia, da cuenta de las “grandes dificultades” para encontrar una casa temporal para los más pequeños. “En la provincia no hay un centro específico para los bebés, por lo que para todos los niños de entre 0 y 3 años que nos deriva el servicio de Menores, la primera opción es el acogimiento”, señala Sonia López, psicóloga del programa de Cruz Roja

Formar parte del banco de familias implica un proceso más o menos largo, por lo que López habla de la premura de Cruz Roja por encontrar a perfiles interesados en bebés. “La familia tiene que estar incorporada en la red antes de que nosotros recibamos la propuesta de la Xunta”, explica. El procedimiento, marcado por la Administración autonómica, implica una entrevista informativa, una formación, un periodo de reflexión (en el que los interesados deciden si siguen interesados) y varias entrevistas más (social, psicológica y una visita domiciliaria). 

En lo que va de año, la entidad ha gestionado el acogimiento de 52 menores ourensanos de 0 a 17 años. “Al margen de la necesidad de familias que reciban bebés, también tenemos dificultades para encontrar casa a grupos de hermanos y a los adolescentes”, detalla la trabajadora. 

No es una adopción

La acogida puede ser temporal (como máximo, 2 años) o permanente (hasta que el menor cumple 18 años) y en ningún caso derivará en una adopción. “Nunca se va a poder adoptar al niño, siempre va a tener visitas con sus padres. La finalidad es la reunificación familiar”, señala. Los menores entran en el programa cuando sus progenitores no pueden hacerse cargo de ellos, pero si es posible, vuelven a su hogar: “No hay opción de decir que no quieres que el niño vea a sus padres, no tendría sentido. Las visitas hay que cumplirlas y ayudan a mantener los vínculos”. 

López explica la importancia de que los acogedores asuman su papel desde un primer momento y, en ningún caso, se interpongan en la relación con su familia biológica. “No están ahí para juzgar ni valorar la situación de nadie, sino para ayudar, acompañar y apoyar a los menores en ese momento en el que no pueden estar con sus padres”, recalca. 

El equipo de Cruz Roja hace un seguimiento estrecho de cada caso y se encarga de apoyar y resolver todas las dudas que puedan ir surgiendo en el proceso, sobre todo, en las primeras semanas: “Es una adaptación mutua, los niños se adaptan, pero la familia también a ellos”. 

No existe un único perfil para convertirse en acogedores: hay padres con hijos, sin hijos, personas solteras, divorciadas… Basta con estar interesado en participar en el programa, contactar con Cruz Roja e iniciar el proceso.

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