Los accesos a la zona termal de O Tinteiro han quedado cortados debido a las fuertes lluvias, y también la zona de A Chavasqueira fue totalmente anegada. La borrasca Gérard sigue dejando tras de sí un rastro de ríos desbordados y árboles caídos en la provincia de Ourense, y no se ha librado el río Miño a su paso por la ciudad, que se salió de su cauce. En cuanto al embalse de Velle, se encuentra al máximo de su capacidad.
Para afrontar estas circunstancias, permanece activo desde el lunes 16 de enero el Plan Especial ante el riesgo de inundación en Galicia, que presta especial atención a los posibles desbordamientos, en diferentes puntos, de los ríos Lérez, Furelos, Mandeo, Mendo, Ouro, Parga, Ladra, Tambre, Rego das Mestas, Covo y Miño.
Estos cursos están presentando un crecimiento significativo de sus caudales, por lo que pueden llegar a darse unos desbordamientos puntuales que ya han sido previstos por las autoridades.
Fue precisamente la crecida de un arroyo lo que aisló este lunes a 70 vecinos de Vilamartín, como una de las incidencias más destacadas de las últimas jornadas a causa de las precipitaciones abundantes.
Y el río Sil no se salvó de los desbordamientos: también fue cortado el paso a la zona de O Salgueiral por el aumento de su cauce a su paso por la comarca de Valdeorras.
La nieve
A todo ello hay que sumar la aparición de la nieve (por el momento, tan solo en las zonas de montaña de la provincia), algo que, más allá de su belleza, conlleva también un mayor riesgo en la carretera que no se debe olvidar.
Las nieves, de producirse, pueden dificultar aún más las conexiones, al cortar vías de acceso en las zonas rurales de la provincia de Ourense. No obstante, por el momento solo se esperan nevadas a partir de 400 metros de altitud. El transporte escolar en la montaña fue suspendido ante la alerta naranja a causa de las precipitaciones en forma de nieve.
