Pódense lavar? Lo de las mascarillas si no fuera por el drama que nos acompaña sería un caso de estudio psicológico. “Son de un solo uso, señora”, comenta Pilar Penido, farmacéutica en Ramón Puga. “Xa, se houbera moitas, pero ao non as haber”, responde ella embozada en una de uso hospitalario. “A miña nai fai meses estivo ingresada, díxenlle á enfermeira se podía levarme unha e deume unhas poucas e gardeinas: que ben fixen, mira agora”. En la farmacia no hay mascarillas desde hace tres semanas, “Tenían que estar la semana pasada, pero el proveedor dice que están retenidas”. Ella lleva una que va reutilizando. “Algún cliente al verla hasta te mira como diciendo, por qué para ti sí y para mí no”.
No hay mascarillas, ni en las ferreterías ni en las farmacias, desde mucho antes que la histeria se apoderara de nuestras decisiones. Los proveedores de material sanitario y de higiene, como casi todo, de procedencia china, han convertido las necesidades globales en una puja en medio de un mercado persa. Imposible.
El mundo se agita como una coctelera y nosotros somos un añadido más. Cada día que pasa asemeja un precipicio emocional; quien haga planes estará condenado al fracaso. Ningún día, aunque a la contra va, carente de emoción. Si al principio del confinamiento ver una persona fuera del entorno sanitario con mascarilla era una novedad, lo que vino después es una realidad que se expande. Sin otra explicación que el miedo y la desconfianza en todo.
Uso de mascarillas
"La población general no necesita utilizar mascarillas". Las mascarillas ayudan a prevenir la transmisión del virus si las llevan quienes están enfermos, reza un cartel del Ministerio de Sanidad ubicado en una columna de la Plaza de Abastos. ¡Quién se fía a estas alturas!, pensarán. "Ti vas pola rúa e ves a todo dios con mascarilla, vas á farmacia, eu xa fun a varias, nin as dependentas levan mascarillas; eso xa é un síntoma", comenta Manel González, mientras machete en mano, le da un corte a la carne.
¿Qué nos está pasando? A falta de mascarillas para comprar, en alguna ferretería encontró una versión guerra química interplanetaria, uno no quiere ni pensar la reacción del cliente al ver al carnicero de esa guisa. “Ademais os que levamos gafas, empáñanse todas”. Manel -dice- el sábado tuvo una idea, no sé si buena o no tanto, pero, vista la repercusión entre los comerciantes de la Plaza debemos calificarla de exitosa. Descartada por imposible la opción de la mascarilla, el viernes se le ocurrió -dice- una idea que pensó podría funcionar, consistía en utilizar los protectores de uso forestal, para desbroces y cortes de leña, para protegerse o dar una imagen de protección en el puesto del mercado. El sábado se hizo con unas cuantas para él y los empleados. Si las mascarillas inexistentes empañarían las gafas, el protector no, aunque es sumamente aparatoso. Por imitación o por lo que fuera, quien ahora se acerque al mercado, contará con los dedos de una mano a quien no lleve un protector similar, y entre quienes no lo llevan hoy lo llevarán en los próximos días. Entre los placeros, cuaderno en mano, se organizan compras en comercios de material forestal. Según avanzan las ventas, el precio, dicen, ha ido subiendo. Nadie se fija ya en el cartel de Sanidad; tiempos del coronavirus.
Los almacenes se vacían de material de protección de cualquier tipo
Desde inicios del mes de febrero, la venta de todo tipo de material de protección –mascarillas, guantes, gel desinfectante– comenzó a incrementarse de forma exponencial en la provincia, no solo en farmacias, sino también en otros establecimientos como ferreterías. Después de que se agotasen –en muchas boticas de la ciudad se puede leer estos días un cartel que reza "no tenemos mascarillas ni gel desinfectante"–, la población comenzó a hacer acopio de máscaras protectoras, normalmente empleadas por personal forestal, para desbrozar.
"Agora mesmo a nós xa non nos queda nada, nos últimos días vendimos as últimas deste tipo, e estamos á espera de que puidesen chegar máis", explican desde Almacenes A. Rivera, en la ciudad. "Normalmente vendemos moi poucas, este é un material resistente que aínda que o utilices moito é difícil que teñas que cambialo", aseguran. El establecimiento también cuenta con productos desinfectantes para locales, y también aprecian un notable incremento de su venta.
La demanda masiva de máscaras protectoras se incrementó en pocos días y poco a poco los proveedores también se quedaron sin unidades que vender y sin reservas. "Todo o que tiñamos xa o vendimos, non sei cantas exactamente, pero vamos, moitísimas", apuntan desde Comercial Fitoagraria de Xinzo. Por el momento, los establecimientos se encuentran a la espera de más mercancia, pero no será inmediato: "Primeiro ten que facer acopio o Goberno para as necesidades do país, e despois xa se permitirá que cheguen a nós para vendelas a poboación. Tardaremos en telas".
