La Policía Nacional acudió ayer a las 20,30 horas al número 26 de la calle Camelias para detener, por segunda vez en las últimas dos semanas, a una joven que trató de acuchillar a un agente. El día 22 ya había sido trasladada a dependencias policiales por tirar a su pareja por las escaleras y lanzar botellas de cristal y lejía a los policías.
Según los vecinos del inmueble, la pareja mantiene riñas violentas diariamente. La magnitud que alcanzó ayer el conflicto les motivó a llamar de nuevo al 091. A su llegada, los agentes subieron hasta el rellano, protegidos con escudos, chalecos y guantes anticorte.
La novia de la agresora les abrió la puerta y, muy nerviosa, les explicó que su compañera había dejado de tomar la medicación y se había encerrado en el baño con un cuchillo de grandes dimensiones, expresando ideas autolíticas.
Forcejeo
Como explicaron fuentes policiales, los agentes trataron de calmarla, pero ella les indicó que no iba a abrir, sino que “se iba a cortar las venas”. Ante su insistencia, los agentes forzaron la puerta y la joven se abalanzó sobre uno de ellos tratando de acertar con el cuchillo en el cuerpo. En ese momento, se produjo un forcejeo que provocó que estallase la mampara de la ducha e hiriese a otro policía, según señalan fuentes próximas al caso. Tras lo ocurrido, algunos agentes esperan que la justicia “tome medidas al respecto en cuanto a la situación de libertad de la detenida”.