El fin de semana volvió a ser convulso y tumultuoso en la ciudad. Pese a que hace menos de un mes la Concellería de Seguridad Ciudadana presumía de haber reforzado los dispositivos nocturnos con 16 agentes, el viernes y el sábado ocurrieron varias reyertas con detenidos por agresión. También se sucedieron nuevos episodios de vandalismo en el Casco Histórico de Ourense, con vuelo de mobiliario incluido.
La agresión de mayor gravedad sucedió el sábado de madrugada. La Policía Nacional detuvo a una mujer de 23 años como presunta autora de un delito de lesiones después de que golpease a un hombre en el cuello con un vaso de cristal.
Los hechos ocurrieron a las 4,30 horas de la madrugada en el interior de un local de los Vinos. Algunos clientes del bar llamaron al 091 tras ver como una mujer le rompía un vaso en el cuello a un hombre. Cuando los policías llegaron, la víctima estaba sangrando en la cocina mientras señalaba a la presunta autora, que no había abandonado el local. Más tarde, corroboró los hechos y fue trasladada a dependencias policiales -detenida- donde quedó en libertad. Mientras, el herido fue trasladado al CHUO.
Aunque desde la Jefatura no hicieron públicos los datos de incidencias de las últimas noches, en horario nocturno ocurrieron otros altercados.
Otros dos jóvenes fueron detenidos por participar en reyertas de gravedad, aunque en esta ocasión sin el empleo de armas blancas.
UNA SILLA EN UN SEMÁFORO
Además de los conflictos violentos y la proliferación de grafitis en muros y portales -el domingo aparecieron nuevas pintadas entre Cabeza de Manzaneda y la plaza del Hierro-, los vecinos de Pena Corneira constataron la aparición de una silla en medio de la calle. Este mueble pertenece a uno de los bares de la zona, que alguién lanzó hasta encajarlo en lo alto.
Al día siguiente un operario lo extraía con una escalera para la normal recuperación del tráfico de vehículos.
