Sucesos

Sucesos en Ourense | Detenido in fraganti el hombre que ponía cebos con alfileres en la ciudad

El temor alcanzó su punto álgido durante la primavera. El parque canino junto al puente romano (en la imagen) fue cerrado por precaución (ARCHIVO).
photo_camera El temor alcanzó su punto álgido durante la primavera. El parque canino junto al puente romano (en la imagen) fue cerrado por precaución (ARCHIVO).
Los colocaba en trozos de carne o gominolas que llegaron a causar la muerte de algún perro

El hombre que supuestamente atentó durante los últimos años contra los perros de la ciudad fue detenido ayer in fraganti por agentes policiales. Para lograrlo, fueron claves la revisión de miles de imágenes de las cámaras de seguridad y los propios comentarios del sospechoso en las redes sociales, en los que cargaba contra las mascotas. 

Fuentes de la investigación señalan que el detenido, que fue conducido a los calabozos de la comisaría de As Lagoas, es natural de la ciudad -su familia procede de A Peroxa- y ejerce como conductor de autobús interurbano, tiene en torno a 55 años y es vecino de O Vinteún. Además, lo califican como “un hombre de perfil solitario y antisocial”. Seprona, Policía Local y Policía Nacional lo tenían controlado desde hace tres meses, pero aguardaban el momento preciso para pillarlo poniendo cebos, como consiguieron finalmente. A raíz de este caso se creó un equipo multidisciplinar integrado por seis personas, dos por cada uno de los tres cuerpos implicados, para trabajar específicamente en la búsqueda, y se estudiaron imágenes de todos los bancos cercanos a los parques donde solía actuar.

Los agentes señalan que el acusado dejaba entrever a través de sus redes sociales su “obsesión” por los perros. Además, desde estos canales criticaba al Concello por subvencionar a la perrera y hacía comentarios despectivos hacia los canes. La investigación lleva en marcha años, y en el juzgado había varias denuncias al respecto. Las Fuerzas de Seguridad descartaron durante este tiempo a otros sospechosos señalados por los dueños de mascotas, pero crearon un perfil del posible criminal hasta dar con él. 

El supuesto agresor de los canes acostumbraba a colocar cebos de carne o gominolas con alfileres para dañar a los animales. Los dueños de las mascotas llegaron a apodarle el “asesino de perros” . Estas prácticas costaron al vida al primer perro en enero de 2020, lesionó a decenas y causó la muerte de otro más. Fuentes de la investigación explicaban ayer que el maltratador dejaba trampas durante un tiempo y luego suspendía su actividad, lo cual dificultaba su rastreo.  La persistencia resultó clave para identificarlo. Sus movimientos, su forma de caminar y su vestimenta coincidían con las imágenes que se podían ver de las zonas donde se encontraron los cebos. Tras pillarlo in fraganti, la Policía Judicial solicitó al juez de guardia una orden de entrada y registro en su domicilio en busca de pruebas que apuntalen la autoría.

Si bien actuó por toda la ciudad, su principal escenario delictivo fue el barrio de A Ponte y el parque canino junto al puente romano. También se detectaron trampas en O Posío y As Lagoas, así como tras la estación del tren. 

 Posible castigo

La pena máxima por este delito, según establece el artículo 337 del Código Penal, sería de 18 meses de prisión, en caso de aplicarse el tipo agravado que contempla para quien provoque la muerte del animal maltratado.

El miedo ante la aparición de los cebos aumentó la compra de bozales

Elena Gómez, secretaria de la asociación animalista Agallas, valora la noticia de la detención, si bien no descarta que pueda haber más personas llevando a cabo la misma práctica de maltrato en la ciudad. 

Debido a la larga investigación, el hallazgo del sospechoso resultó toda una sorpresa para los miembros de Agallas. “Aunque no contamos con que vaya a aplicarse una pena de cárcel, esperemos que tenga la máxima sanción posible y que sirva de ejemplo”, explica. 

Gómez no cree que exista un perfil claro entre quienes realizan estas prácticas contra los canes. Matiza que “ahora hay más concienciación contra el maltrato animal, por lo que suelen ser personas de cierta edad, pero también te encuentras con jóvenes. Hay gente que protesta porque no se recogen los excrementos y, en lugar de llamar la atención a los dueños, recurren a estas prácticas”. 

La socia de Agallas recuerda que, en las semanas con más ataques, “mucha gente compró bozales para los perros, y además evitaba las zonas verdes”. Además, los animalistas piden a toda la sociedad ourensana que adviertan a la Policía de la aparición de un cebo y su ubicación en cuanto lo encuentren, para así conformar un mapa de actuación de los maltratadores de los canes.

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