Violencia de género

Detienen en Ourense a la expareja de la mujer asesinada en Baiona

La víctima, de 47 años, recibió un brutal golpe en el cráneo con un machete a las puertas de su casa en Baiona

Beatriz Lijó Gesteira, de 47 años, se convirtió ayer en la primera víctima mortal de la violencia machista en Galicia en lo que va de año. Murió de una forma brutal, a la entrada de su vivienda en el barrio de la Percibilleira de Baiona a manos presuntamente de su expareja, Ángel Rodríguez da Costa, de 46, en presencia de los dos hijos menores de ambos, de 6 y 9 años. El autor se entregó a las nueve de la mañana de ayer, en la Comisaría de la Policía Nacional de Ourense, tras emprender una fuga que él mismo cesó. El crimen tuvo lugar pasadas las nueve de la noche del domingo, cuando el ahora detenido acudía a la residencia de la víctima para dejar a los niños. Ambos llevaban tiempo separados y mantenían un conflicto por asuntos relacionados con la custodia y las visitas, pero no había denuncias por violencia de género, confirmó la Subdelegación del Gobierno. 

Ella, no obstante, había confesado a sus allegados tener miedo de las reacciones de su ex. En palabras de uno de ellos a este periódico, “pensaba que un día la iba a matar”. Lo que ocurrió en el momento en el que ambos se encontraron a las puertas de la casa todavía está en investigación por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil, ya que los únicos testigos fueron los dos pequeños. Lo que sí sabe es que el hombre huyó de allí en el coche con los niños, y un vecino vio cómo se marchaba. Se los llevó a los abuelos y llamó a su hermana para decirle que iba a suicidarse. Fue una llamada al 112, la que desplegó a los servicios de emergencias. Allí a las puertas de la casa, los agentes y sanitarios se encontraron el cuerpo sin vida de Beatriz.

Presentaba un brutal golpe en la cabeza. Los investigadores apuntan a que fue atacada posiblemente con un machete, con el que llegó a romperle el cráneo y que ella había intentado defenderse, ya que presentaba heridas defensivas en los brazos.

Agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Pontevedra se encargan de recabar todas las pruebas del asesinato, confirmado por la Delegación del Gobierno como crimen de violencia de género.

En la comandancia se llevó a cabo la inspección ocular del vehículo del detenido, tras ser trasladado desde Ourense. Se prevé que los investigadores agoten las horas legales de arresto antes de conducirlo ante la titular del  Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo.

Además, en la vivienda, los agentes de la Guardia Civil tomaron  muestras y buscaron el arma con el que Ángel habría atacado a su expareja. Los agentes no lo encontraron en los alrededores de la casa, por lo que no se descarta que el asesino pudiera haberse desecho del machete. A las puertas de la casa, todavía eran visibles las manchas de sangre que dejó en la huida tras un ataque fue calificado por quienes vieron el cadáver de “muy violento”.  El cuerpo sin vida de la fallecida fue trasladado al Hospital Nicolás Peña para la realización de la autopsia.

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