Domingos de "mecos" y sol en Sande

Loli, Gonzalo, Antonio, Isolina, Jimena y Antonio son algunos de los colaboradores del Entroido.
photo_camera Loli, Gonzalo, Antonio, Isolina, Jimena y Antonio son algunos de los colaboradores del Entroido.
Un sin fin de personajes vinculados al mundo del rural, pero también a la ciudad y hasta la magia, han tomado estos días la plaza de Sande, en el preludio del Entroido. Los vecinos están (p)reparando los cerca de 70 “mecos” con los que triunfaron en 2021 y amenazan con más.

La pandemia ha cambiado por completo nuestras costumbres y hábitos, pero también instaurado nuevas tradiciones, como la familia de “mecos” de Sande, en Cartelle. Antiguamente en esta parroquia, donde la Bonita es la figura representativa del Entroido, solo se hacía un “meco” que presidía los festejos desde la plaza del pueblo y, el último día, acababa en la hoguera tras las pequeñas escenificaciones satíricas donde se daba cuenta y repaso a la actualidad.  

El año pasado, ante la imposibilidad de organizar cualquier evento, la Asociación Cultural Entroido de Sande apostó por llenar el pueblo con muñecos que recordasen a los vecinos que estaban en tiempo de carnaval. 365 días después, y con una liberalización de las restricciones, en Sande han vuelto a sacar los “mecos” al sol para “darlles unha volta, reparar o que faga falta para que volvan tomar o pobo”, relata Mónica Lopo, miembro de la asociación que, en estos días de enero, hacen recuento de los figurantes con los que contarán este año y el material que necesitan para las nuevas creaciones. “Animamos á veciñanza a que se sume na confección de novos mecos”, trasladan desde el colectivo, cuyos integrantes ya han elaborado desde brujas “sexys” hasta un grupo de “mecos” infantiles, la novedad de 2022.

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El domingo es el día en el que los vecinos aprovechan para reunirse y organizar los preparativos. Desde rebuscar en los armarios y viejos baúles la ropa vieja que ya no sirve, hasta ir a cortar “mimosas” por la zona de O Castelo o las “adegas” de Mogos, con las que preparar la base de las estructuras que luego rellenarán con paja y papel. Un trabajo colaborativo donde ríen y se divierten como antaño, eso sí, con mascarilla de por medio.

A menos de un mes para que empiece el Entroido y, una vez conocido el nuevo protocolo sanitario, desde la asociación confían en retomar su programación habitual con la salida del oso el sábado 26 de febrero, para seguir con las Bonitas. Lo que está en el aire es la comida del Martes do Entroido, que antaño congregaba 150 comensales, y que ahora no se podrán reunir en el local social.

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