En 1993 la ciudad se planteó la posibilidad de reformar la Plaza de Abastos. Este proyecto empezó este lunes a mover maquinaria de obra, un cuarto de siglo después. Atrás quedan un sinfín de problemas, retrasos y bloqueos de la burocracia municipal. Ahora es turno de los operarios, que ya están trabajando en la zona donde derriban los locales anexos al edificio principal.
Numerosos viandantes, clientes de la plaza y comerciantes miraban este lunes con curiosidad el inicio de las obras, tan esperadas como retrasadas. La rehabilitación fue adjudicada por 4,85 millones de euros a la empresa Acciona Construcción S.A., que firmaba el pasado 22 de enero el acta de replanteo con el gobierno local. Desde ese día corre el contador del plazo fijado, de 18 meses –las obras deberían así acabar en verano de 2021–. "Esperamos que la obra se haya activado de forma definitiva", comenta Alberto González, gerente de la Plaza de Abastos.
Durante los últimos días, los trabajadores de los puestos situados frente al rianxo realizaron su traslado a la nueva localización, cerca de los baños de la plaza. "Estamos preparados para as obras e agardamos que deixen o edificio como merece, aínda que vaian a ser un pouco molestas, polo ruido e polo po que poden levantarnos", apunta una rianxeira.
Pese a las posibles molestias, los placeros se muestran "esperanzados" ante el arranque de la actividad y esperan que las obras ayuden a desalojar a los okupas que desde hace año y medio pernoctan en los puestos abandonados. "Solo faltaría que ahora se muevan al rianxo a molestar todavía más a los trabajadores, por ahí sí que no vamos a pasar", apunta Emilio González, "Milucho", presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza. Según la concejala de Comercio, María Dibuja, los plazos de la obra no se están viendo afectados por los okupas. "Ya se han ido varios, pero todavía quedan los más conflictivos, aunque desde el Concello se le han ofrecido alternativas como el hogar del transeúnte", apunta Dibuja.
"El día 16, los okupas que todavía residen en la zona están llamados a declarar en el juzgado. Una vez que se solucione la situación todo irá más deprisa", apunta Sonia Ogando, concejala de Urbanismo. El PSOE de la ciudad tilda de "inaceptable" la gestión del gobierno local. "As obras empezaron sen dar solución ao problema de okupación que produce inseguridade nos praceiros e no resto da poboación", señala la socialista Juana Ageitos.
Preocupación
La gerencia de la Plaza de Abastos envió ayer un escrito a la Xunta para pedir su colaboración en la rehabilitación del espacio. "Queremos que las obras dejen la zona en las mejores condiciones posibles, por lo que les pedimos que se active cuanto antes el proyecto de reforma del rianxo", señala Alberto González. Los placeros se muestran preocupados porque la rehabilitación no contempla la equipación de la Plaza, ni tampoco el pavimento de los alrededores.
"Todavía queda una inversión importante para dejarla totalmente preparada para su uso", apunta González. "Nós aínda non sabemos que vai pasar con nós, pero as condicións nas que estamos actualmente non son propias dun lugar no que se venden alimentos", señalan los rianxeiros.
Los placeros también istan a la Xunta a la construcción de una pasarela que dé acceso a los clientes desde el puente de Progreso. "La demandamos desde hace mucho tiempo, para que la gente pueda entrar directamente a la planta superior", explica el gerente.
