Nada se ha movido en la hoja de ruta prevista por la Consellería de Infraestruturas en lo que respecta al vial de 4,9 kilómetros que conectará la A-52 con las proximidades del Polígono de San Cibrao, una carretera a la que la Xunta destina 22 millones de euros y que estará plenamente operativa a mediados de 2020, cumpliendo la empresa Copasa, a la que se encargó la actuación tras ganar el concurso público, el plazo de dos años previsto.
En estos momentos, el grado de ejecución se sitúa en el 50%, con los pilares del viaducto de San Benito, la infraestructura más compleja del proyecto, ya perfectamente asentados y esperando a la colocación del tablero, algo que se empezará a realizar a finales de agosto o principios de septiembre, "momento en que la obra pegará un empujón", confesó el director de la obra, que augura que a finales de este año la ejecución se situará en el 85%.
"Estamos falando dunha infraestrutura clave para o Polígono, que incrementará a competitividade, que ofrecerá novas oportunidades", apuntó la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, quien garantizó el "avance espectacular" de las obras en una visita a los trabajos en la que estuvo acompañada por la delegada de la Xunta, Marisol Díaz; el diputado Pablo Pérez; el alcalde de San Cibrao, Pedro Fernández; o el presidente de la asociación de empresarios del Polígono, José Antonio Rodríguez.
Todos pudieron comprobar in situ cómo la traza del enlace ya es perfectamente visible en todo su recorrido, que contempla dos carriles de circulación por sentido, aunque en el 45% del vial se habilitará un tercer carril ante la previsión del tráfico pesado que tendrá.
Tanto el alcalde de San Cibrao como el presidente de los empresarios del Polígono agradecieron la apuesta de la Xunta por hacer realidad el vial entre la A-52 y la OU-525, en cuyos extremos se construirán dos grandes rotondas para canalizar correctamente la circulación de vehículos.
La movilidad con Celanova y Bande también mejora
Además del objetivo de mejorar la competitividad de las empresas asentadas en el Polígono de San Cibrao, que acortarán un 66% el recorrido hasta la A-52, la carretera proyectada por la Xunta dentro del Plan Sectorial Vial de Ourense se convertirá en un revulsivo para la movilidad con Celanova o Bande, según destacó la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, que subrayó también que la actuación reforzará la seguridad vial.
"É un proxecto estratéxico e ambicioso, clave para construir a Galicia da vindeira década, máis innovadora dentro da idea da Xunta de crear, modernizar e mellorar a seguridade das infraestruturas", añadió la titular del departamento.
