Armando González, el médico ourensano que superó el virus

“Estoy deseando ir a trabajar, hace más falta que nunca"

Armando González
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Médico del Servicio de Neumología del CHUO, dado de alta tras superar el coronavirus

Armando González, médico en el Servicio de Neumología del CHUO, fue uno de los primeros infectados por coronavirus en Ourense. Ahora forma parte de las ocho  altas de la provincia, a la espera de un segundo control para ponerse ya a trabajar.

¿Recuperado?
Esta enfermedad te da una gripe y un decaimiento muy grande, pero te vas recuperando. Hay una disociación de los síntomas y la percepción de cómo uno está. No eres consciente del grado de afectación. El mensaje es que el 100% de los infectados, el 80% no tienen síntomas. Como mucho, pérdida de olfato y gusto, gripe… El otro 20% debe controlar la temperatura, si es superior a 38,5 durante cuatro días es importante llamar al 061. Poner el tratamiento a tiempo curaría todos los casos. El confinamiento es la mejor medida, debemos secuenciar los contagios. 

¿Cuándo empezó a sospechar que tenía coronavirus?
Llegué muy cansado de la consulta, tuve fiebre por la noche y llamé al 061. Me enviaron a un equipo para hacer el test y al día siguiente me dijeron que era positivo. Al quinto día, persistía la fiebre y la sofocación y llamé otra vez. Me quedé ya en el hospital con neumonía e inicié el tratamiento. Estos días empollé muchísimo, leí toda la información clínica que existe. Comparaba mi caso y veía que el tratamiento que me estaban poniendo era el recomendado. Me sentía tranquilo. 

¿Cómo se está viviendo la pandemia en su servicio de Neumología y en el resto del CHUO?
A pesar de que te pongas el gorro, las gafas, la mascarilla… En algunas especialidades el riesgo de ser contagiado es mayor. Ya no es tanto el miedo al contagio, es la frustración de ver cómo determinados casos, ya sea por aumento de la carga viral, la edad u otras enfermedades, la persona muere. Es de gran frustración, sobre todo cuando vemos a personas jóvenes.

¿Esperaba la magnitud del virus?
Sí. Ya desde el mes de febrero. Hay que ser muy ciego para no haberse dado cuenta de cómo iba a ser la evolución. A España llegó un mes más tarde que a Italia, a Italia llegó tres meses después que a China. El que no lo veía en el mes de febrero es porque no lo quería ver. En España se reaccionó tarde y con alevosía. La mejor medida que se tomó es el confinamiento, pero si se hubiera hecho un mes antes y se hubieran cerrado las fronteras, no estaría pasando lo que está pasando.

¿Cree que se alargará el confinamiento?
Sí, si no se prolonga no habrá un pico muy grande, sino dos. Estamos empezando a ver lo eficaz de las medidas. Si ahora se interrumpe el confinamiento, los positivos que no lo saben van a contagiar a otros. Hay que dar un plazo para que los contagiados se mejoren.

¿Qué se debe hacer con las residencias de mayores? La situación de Celanova es muy delicada.
En Celanova ocurrió que cuando se infectaron los primeros, no existía la normativa de imposibilitar las visitas. Desde que se blindan las residencias, el riesgo disminuye. Las medidas de trasladar a otro sitio a los afectados para tratar de evitar el contagio son buenas, estarán mucho mejor atendidos, donde todo el personal está formado.

¿Qué tal su mujer, la senadora Carmen Leyte, también contagiada?
Ella me contagió y desde que di positivo, se confinó. Es de ese 80% asintomática. Perdió el olfato, el gusto, pero no tuvo fiebre. Ahora estamos los dos juntos. 

¿Tuvo miedo?
No. No me encontraba tan mal y al ir pasando el tratamiento veía la mejoría. La importancia a la enfermedad se la di por amigos y conocidos que estaban ingresados o que habían fallecido. Tengo en UCI a varios amigos, van mejorándoles los marcadores y eso da esperanza.

¿Cuándo empieza a trabajar?
Me quedan 14 días de confinamiento hasta el segundo control. En caso de ser negativo, tendré que enfrentarme a lo mismo que mis colegas. Estoy deseándolo porque más que nunca hace falta.

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