Dos incendios simultáneos revelan un servicio en precario, mientras los sindicatos critican el “pasotismo” del alcalde
Dos incendios simultáneos en la ciudad provocaron que el servicio de Bomberos de Ourense quedase cerca del colapso, debido a la precariedad que sufre el cuerpo. A las 21,20 horas de este miércoles hubo una explosión en la Finca da Marquesa y, minutos después, los vecinos de la calle Bonhome de la ciudad alertaron de que un contenedor de la zona estaba en llamas. A ambos lugares tuvieron que trasladarse efectivos del cuerpo. “Si sucede algo más, no sé cómo haremos”, aseguró el único bombero que quedaba en el parque de la compañía en el momento de los hechos.
Estos profesionales se quejan de que el personal resulta escaso para asegurar la actuación en todos los incendios, accidentes de tráfico o apoyos en fuegos forestales en los que es fundamental su intervención. “Neste momento somos 50 e é preciso chegar a 70 efectivos”, afirma José Benito Álvarez González, oficial de Bomberos de Ourense. De hecho, en el año 2000 el cuerpo contaba con 74 integrantes, es decir, un 33% menos de personal en 24 años.
En esta línea, Alberto Vázquez, bombero de Ourense, manifiesta que “este Concello ten que poñerse as pilas, repuxéronse doce persoas no ano 2022, pero dende entón xubiláronse case dez, polo tanto volvemos estar no mesmo punto no que nos atopábamos”.
El propio Concello reconoció la falta de personal en la reunión que mantuvo con los sindicatos y les aseguró que estaba previsto contratar a ocho interinos, doce menos de los que son necesarios como mínimo. Además, los representantes de los trabajadores ponen en duda cómo legalmente los va a contratar.
Comisiones Obreras informó ayer de que tomará las decisiones oportunas “ante el pasotismo del alcalde y del concejal de Seguridad por obviar nuestras reivindicaciones, poniendo así en riesgo la vida de los trabajadores y la ciudadanía”.
Según explica Vázquez, “o persoal medio de garda está entre nove e once bombeiros cando o mínimo adecuado para atender un pequeno incendio sen grandes magnitudes sería entre sete e oito, polo que as contas son bastante fáciles do que se precisa para acudir a dous incendios”.
2.000 horas al año
Vázquez cuenta que al año hace en torno a 2.000 horas, lo que supone aproximadamente 360 más de las establecidas. “As horas extra fanse para intentar dar unha cobertura de mínimos ó servizo; o mínimo que nos instauraron cando empezou o problema de déficit de persoal está en nove, o que nos dá para atender ben unha intervención e moi malamente dúas, e dependendo da magnitude”, explica. Antes de esa rebaja, el número de personas por turno era once.
Las horas extras, según señalan desde el cuerpo, se hacen por falta de personal. Tampoco hay plan de formación que permita la mejora continua en la cualificación del personal ni protocolos de actuación lo que pone en riesgo la seguridad en las actuaciones.
Además, el pago de las mismas se demora un año, por lo que hay personal que incluso se niega a hacerlas a no ser que sea imprescindible. En este sentido, Comisiones Obreras indicó que “los trabajadores del parque de bomberos, en la nómina de marzo, cobrarán un 35% menos de lo que le corresponde”.
Tampoco hay un Plan de Emergencia Municipal (PEMU), como se ha pedido en reiteradas ocasiones en el pleno municipal, y las convocatorias de las ofertas de empleo de 2022 y 2023 no se han hecho, por lo que la entrada de nuevo personal tardará en producirse. Los bomberos también lamentan que el dinero del consorcio de seguros (Unespa) de 3,5 millones debería invertirse en el parque de bomberos, pero “no se sabe dónde está”.
Viviendas en mal estado
Cabe recordar que en Ourense hay 2.132 edificios en estado deficiente, 562 en mal estado y 250 en estado ruinoso, lo que aumenta las probabilidades de que ocurra un incendio, según los datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).
Además, hay 333 edificios de 8 plantas, 93 de 9 plantas y 127 edificios de 10 o más plantas. “Los medios de extinción actuales de los que dispone el parque de bomberos del Concello para actuar en incendios en edificios del casco urbano solo pueden alcanzar las 8 o máximo 10 plantas de altura, lo que deja en situación de riesgo a decenas de edificios de la ciudad”, señalan desde Fegein.
