A falta de farolas, en Reza caminan usando linternas

En algunos barrios, no hay luces navideñas, y tampoco la mínima iluminación necesaria

En el barrio de Reza, el complemento de moda es una linterna. No son pocos los vecinos que llevan una en el bolsillo para atravesar la oscuridad y poder desplazarse a pie después de que anochezca. En la rúa Casa Gande, por ejemplo, los puntos de luz son tan escasos que los viandantes, si no se proveen de algún artefacto luminoso, no ven nada desde las siete de la noche. Todo a pesar de que llevan reclamando una solución a este problema desde 2018. Además, solicitaron en septiembre al Concello que arregle las farolas averiadas de la rúa do Portalón, donde se funden a menudo las bombillas cuando hay tormenta.  “Y la respuesta en ambos casos es nula. Esto es tercermundista, como si viviéramos en una montaña y no en Ourense”, lamenta Rosa Rodríguez, secretaria de la asociación vecinal. Una de las residentes en el barrio desciende por estos caminos todos los días a las diez de la noche para cuidar a una persona mayor, y lo hace acompañada de su linterna. Otra vecina, María González, la emplea para poder llegar a su vivienda a las 6,45 horas, cuando llega en autobús.

Sara Cruz, presidenta de la asociación, añade que en la rúa do Portalón “las bombillas son tan antiguas y su luz tan opaca que apenas se ve” incluso en las zonas donde las farolas están operativas. “El dinero de mis impuestos se emplea para poner luces en el parque de San Lázaro, no en mi barrio”, añade Jorge Rodríguez. También en la carretera principal, por la que circulan vehículos a toda velocidad, la iluminación es exigua: solo hay farolas a un lado de la calzada. 

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