SUCESO EN EL CHUO

Mirando hacia la Justicia

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photo_camera Los restos de Isabel antes de entrar en el tanatorio.

La iglesia de San Félix de Pazos se quedó pequeña para acoger a las decenas de personas que acudieron
a dar el último adiós a Isabel Fuentes, que ya reposa con su madre. 

Isabel Fuentes, la mujer asesinada el pasado viernes por su marido en el CHUO, ya descansa con su madre -fallecida hace escasamente dos meses-, en el panteón familiar del recoleto cementerio de Pazos. Sobre la lápida se amontonaban ayer las coronas de flores ("As túas amigas de sempre non te olvidan", "Tu prima María Jesús no te olvidará nunca", "Tus primos Marisa, Gildo y María Elvira" o un escueto y sentido "Leticia y Berenice", son algunas de las muestras de recuerdo expresadas en las cintas de las coronas).

El cierre de la lápida ponía el cierre a una intensa y emotiva jornada que se iniciaba en el tanatorio de Pazos, donde los familiares fueron recibiendo las condolencias de vecinos y amigos. 

Familiares como Lola, prima de Isabel, que no dudaba en reconocer que "nunca me había dicho mi prima que hubiera ocurrido nada previo que pudiera hacer pensar en esto", razón por la cual se declaraba "totalmente sorprendida con lo que ha ocurrido, no podía esperarse". Junto a ella, otros familiares, procedentes de Andorra, Madrid o de la vecina Verín, recibían la sucesión de pésames entre lágrimas y gestos contenidos.

Uno de los vecinos -marido de una prima segunda de la víctima- asegura que "los familiares directos están barajando con un abogado la posibilidad de presentar una denuncia contra la responsable del Juzgado número 1 de Verín", algo que Lola no quiere confirmar cuando se le pregunta por esta posibilidad, explicando que "no es el momento de hablar de este tema".

Una amiga de la víctima, visiblemente afectada y de riguroso negro, señala que "la primera agresión fue brutal y se contó como si fuera un robo, y a partir de ahí, la jueza actuó como actuó", sentencia.

El sentimiento generalizado es de consternación, "sorpresa" y "rabia". Y en todos un mismo deseo, que la asesinada Isabel descanse en paz con su madre, "con la que compartió toda su vida", recuerda un vecin

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