Los fieles ourensanos van menos a misa, pero se duplican los bautizos

La Diócesis de Ourense echa cuentas. El museo etnológico de Ribadavia acogió ayer la presentación de la Memoria de Actividades de 2022 de la Iglesia ourensana, donde sobresale un bum de eventos: hay muchas más bodas, bautizos y comuniones que el año anterior. Es verdad que la pandemia retrasó y canceló este tipo de celebraciones, pero los datos de 2022 reflejan un récord sin precedentes. En los gastos, la conservación de los templos en una Diócesis tan rural y dispersa sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza del Obispado: para este cometido gastaron un millón de euros más que el año anterior. La Diócesis de Ourense contabiliza 262.000 fieles, una cifra invariable respecto al ejercicio anterior: es decir, el 82% de la población de la provincia es creyente. Son más de 700 las parroquias que atienden a los fieles de la provincia, aunque el relevo generacional es cada vez más evidente para los agentes de pastoral que hacen su labor. En la actualidad, hay 250 sacerdotes -19 menos que en 2021-; 304 religiosos -7 menos-; 61 monjas y monjes de clausura (-1); 1.018 catequistas (+3), 15 seminaristas mayores (-3) y un diácono permanente (-1). Buenas noticias en los centros católicos concertados: estudian en ellos casi 7.000 alumnos, 400 más que el curso anterior. La actividad celebrativa está de enhorabuena. Hubo 854 bautizos en 2022, frente a los 362 de 2021. Son más del doble. También se multiplican por dos las comuniones, pasando de 497 a 1.065. La Diócesis de Ourense celebró el mismo número de misas el año pasado (130.000), pero se reduce la asistencia a 55.000 fieles, 3.000 menos que el ejercicio anterior. Cáritas Diocesana sigue siendo un gran pilar para la ayuda a las familias más desfavorecidas. Atendieron a 30.776 personas en la Diócesis, 3.000 menos que el año anterior -cuando se produjo un bum por la crisis del covid-. Más de 10.000 de estos usuarios acudieron a programas destinados a mitigar la pobreza. El cepillo, el 40% de ingresos Las donaciones del cepillo son el principal medio de sostenimiento de la Iglesia ourensana, suponen el 40% de sus ingresos. Con todo, la escalada de precios y la crisis económica hizo descender la aportación de los fieles en 200.000 euros, aportando 6 millones. Con todo, aumentaron las personas que marcaron la X, lo que aporta 4,1 millones a las arcas de la Diócesis. En el apartado de gastos, las acciones pastorales ocupan casi toda la atención: 5,8 millones, pero también sobresale lo dedicado a conservación de edificios: 2,4 millones.