El Museo Etnolóxico de Ribadavia lucha día a día para que la cultura sea un bien común asequible para toda la sociedad.
A lo largo del año, el grupo de trabajo que conforma este espacio museístico, entre los que se encuentran bibliógrafos, restauradores o encargados de exposiciones, se esfuerzan por crear actividades y formas de mostrar al mayor número posible de personas que el arte, la historia y la cultura no son elitistas, sino que deben ser asequibles para todos, da igual de dónde sea cada uno o el nivel social que tenga. “Queremos que o acceso á cultura sexa para a maior cantidade de persoas posible. Todo o persoal do museo estamos implicados en que o dereito á cultura sexa factible”, cuenta Aida Lojo, la última incorporación al equipo del museo.
A lo largo de los años, esta entidad ha trabajado con grupos sociales en riesgo de exclusión social, como en 2005, cuando llevaron a cabo una actividad con los internos de la cárcel Pereiro de Aguiar. También han participado con la Asociación de familiares de personas con alzhéimer o con la Cruz Roja en diferentes proyectos.
Muchas de sus actividades también se centran en la educación, no solo de los jóvenes, a los que les enseñan el valor de la música o los juegos para el desarrollo y el crecimiento de la sociedad, sino que también colaboran con los alumnos de Trabajo Social de la Universidad de Vigo y con el colegio Portobello para hacer del Etnológico un museo abierto. “Queremos ensinar, pero tamén aprender deles, é unha colaboración”, afirma Aida.
Para enterarse de todas las posibilidades que ofrece este museo, su organización ha creado la Asociación de Amigos y Amigas do Museo Etnolóxico e do Conxunto Histórico de Ribadavia. Este mes ya han viajado a Coruña en una colaboración con el Museo de Belas Artes para admirar la exposición de Picasso y una andaina a través del Museo do Viño para conocer el valor histórico y patrimonial de la enología en la zona.
